El triunfo del Deportivo ante el Numancia supuso más que tres puntos. No tanto a nivel clasificatorio, sino por el empuje anímico que supone romper la racha negativa. Así lo argumenta Carlos Fernández: «Necesitábamos ese refuerzo positivo del resultado. También brindarle a nuestra afición los puntos. La gente necesita la energía positiva, esa tranquilidad. Lo que transmite el triunfo a la afición, a los jugadores, incluso a vosotros (por los medios de comunicación). Es fundamental para que la semana sea buena. Todo el deportivismo necesitaba esta victoria«.
El sevillano afirma sentirse bien a nivel físico, «ahí vamos, me encuentro bien. A veces parece que cansa un poco el tema de las pequeñas molestias, pero las sensaciones son buenas. Esta última era sólo una sobrecarga y no queríamos correr riesgo de que nos limitara en lo que queda de temporada. Mi cabeza en este sentido está limpia. Estoy al cien por cien e intentaré sumar en el papel que me toque». No quiso hablar, eso sí, de una posible ausencia en el playoff en caso de que lo llame la Sub 21 para el Europeo: «Es un tema que está aparcado y no pienso en ello. Primero porque sería egoísta y sería equivocarme. No pienso más allá del entrenamiento de mañana y el partido del sábado. Cuando llegue, ya se verá que pasa, pero estoy centrado al cien por cien. No ha habido contactos».
Para él, el mensaje sobre el objetivo final tiene que ser el mismo de siempre: «Recuerdo en Navidad cuando parecía que íbamos a ascender ya, decíamos lo mismo. Hay momentos buenos, momentos duros… pero seguimos en la pelea y vamos a luchar hasta el final. Al Dépor hay que darlo siempre como un candidato al ascenso, independientemente de la mala racha que hemos pasado. Esperamos que el último partido haya sido un punto de inflexión».
Carlos es más práctico a la hora de analizar los cambios que ha introducido Martí, «es muy cercano en el día a día, transmite ganas e ilusión y eso es bueno para todos», explicando que todo se entiende mejor desde la victoria: «Si se gana… recuerdo que al principio de temporada el rombo era lo mejor que había. Luego no ganábamos, pasamos al 4-3-3 y era lo que había que hacer, hasta que perdimos y había que volver. El estilo y el sistema depende de si se gana. Al final nosotros tenemos que creer en la idea y así lo hacemos, por lo tanto daremos todo, independientemente de cómo juguemos«.