«El Dépor es el mejor equipo en casa de toda Primera Federación, pero también es muy débil fuera de casa. Y vamos a jugar con ello». Son palabras de Alfonso Pastor, portero del Castellón, al término del encuentro de ida de las semifinales de ascenso en Riazor. El cancerbero, en una palabras cargadas de optimismo, apeló a que su equipo se marchaba de A Coruña «muy vivo» a pesar de la derrota.
Es cierto. El cuadro albinegro está a un gol de mandar el Castellón vs Deportivo a la prórroga y arrancar ese tiempo extra en ventaja. Pero para ello, debe ganar el encuentro en los 90 minutos. Y aunque sus números al término de la competición le han hecho ser el tercer mejor equipo de su grupo en casa -41 puntos- su tendencia como local en los últimos dos meses es pobre. Porque solo ha sacado 6 de los 15 puntos a los que ha optado: una victoria, tres empates y una derrota.
El cuadro castellonense perdió en la penúltima jornada sus opciones de ascenso directo al empatar 1-1 ante un Real Unión que se jugaba la permanencia. De Miguel adelantó a los locales, pero tan solo dos minutos después, Jon Mikel igualó el encuentro de manera definitiva.
Dos semanas antes, el cuadro castellonense había tenido que esperar hasta el minuto 92 para celebrar el gol del triunfo ante la SD Logroñés. Koné fue el artífice de un resultado vital, después de que a finales de abril, el Castellón no fuese capaz de superar a un candidato al ascenso como el Barça B (1-1). Al igual que sucedió frente al Real Unión, el equipo castellonense se adelantó y su rival pronto puso las tablas.
Aquella igualada contra el filial blaugrana era el tercer encuentro consecutivo sin ganar del equipo de Albert Rudé como locatario, que venía de tropezar de manera catastrófica contra el Calahorra (1-2), colista en aquel entonces, y cerrar marzo con un insípido empate frente al Gimnàstic de Tarragona (0-0).
De este modo, con tan solo 1,2 puntos por partido en estos últimos dos meses en casa, el Castellón fue el 30º de toda la Primera Federación como local contando solo este período. Y así, enterró buena parte de sus opciones de ascenso directo y ensució unos números que apuntaban a ser sobresalientes en Castalia.
El Deportivo, insuficiente pero ni mucho menos «débil»
Mientras, a pesar de muchos discursos y de que en el ambiente blanquiazul flota también la sensación de ‘miedo’ cada vez que el Deportivo juega fuera, es falso determinar que la escuadra ahora dirigida por Rubén de la Barrera es débil a domicilio. Más allá de que es importante tener en cuenta el ‘factor cambio de entrenador’ como un elemento que puede cambiar dinámicas, lo cierto es que el Dépor ha sido el sexto mejor equipo a domicilio del Grupo 1 -la misma posición que el Castellón en esta faceta-.
Sus 23 puntos son un bagaje totalmente insuficiente para un candidato evidente al ascenso directo. Un registro pobre. Pero pobre no es sinónimo de «débil». Porque el cuadro herculino perdió durante la liga regular 6 encuentros a domicilio. Aunque siempre en contextos en los que estaba obligado a ganar, una circunstancia diferente a la que concurre este domingo en Castellón.
A mayores, de esos 6 encuentros, tan solo un resultado le dejaría sin la posibilidad de jugarse el pase a la final en la prórroga: el 3-1 en Alcorcón, con un futbolista menos y que llegó, en parte, por la ambición de ir a buscar el triunfo. Aquel encuentro en Santo Domingo ha sido el único que el Dépor ha perdido por más de un tanto.
De este modo, de los 19 marcadores deportivistas fuera de Riazor, 18 le valdrían para al menos forzar la prórroga. Y 13 de ellos le permitirían acceder a la final por el ascenso al término de los 90 minutos y el tiempo añadido. Unos números que, ni mucho menos, son de un equipo «débil». Aunque también es importante precisar que esas cifras han ido en declive, pues en todo el 2023 el equipo coruñés ha sumado 9 de 33 puntos lejos de su hogar.
Así, el cuadro coruñés afronta el Castellón vs Deportivo como el primer partido totalmente decisivo de la temporada. Un ser o no ser. Y ese contexto conduce a dibujar un escenario nuevo, en el que lo que ha ocurrido hasta ahora importa menos que nunca.
Aún así, el discurso del miedo está presente en el ambiente tanto de A Coruña como de Castellón. En el caso blanquiazul, por las últimas decepciones sufridas. En cuanto a los locales mañana, porque tanto el vestuario como el entorno albinegro han aceptado como válida la derrota en Riazor y han apelado a los malos números del Dépor a domicilio. Pero ante el discurso del miedo, es importante aportar datos. Porque aunque cada uno pueda acogerse a las cifras que desee para arrimar el ascua a su sardina, los aquí expuestos son irrebatibles.