El CD Badajoz se quedó sin su ansiado salto a Segunda División en ‘su’ final de playoff en casa ante el Amorebieta en el año 2021, después de una campaña 19-20 en la que también había jugado fase de ascenso. Y al curso siguiente lo volvió a intentar, pero ya estaba demasiado ‘tocado’. El club extremeño construyó su enésimo proyecto para acceder al fútbol profesional. Pero la compleja situación económica del club se llevó por delante al ahora deportivista Óscar Cano y a un plantel que, absolutamente condicionado por los impagos, no logró rendir como se esperaba.
Los problemas financieros se metieron en el camino de un CD Badajoz con muchísima inestabilidad institucional y que esta temporada, ya controlado por un inversor mexicano, ha tenido que dar un evidente paso atrás. Porque apenas Adilson y Zelu se mantienen del equipo del pasado curso. El cuadro pacense se tuvo que reconstruir este verano y lo está pagando ahora, pues ni con un cambio de entrenador ha podido asomar la cabeza y dejar atrás la amenaza de caer a Segunda Federación.
De este modo, el CD Badajoz llega al choque en posiciones de descenso. Es el equipo que marca la frontera entre el cielo y el infierno, aunque está a tan solo un punto de la permanencia. Precisamente no pudo conquistar ese puesto el pasado fin de semana en casa de Unionistas de Salamanca. Y todo pese a jugar casi todo el encuentro con un futbolista más. De hecho, fue el conjunto charro quien tuvo las mejores ocasiones. Y tan solo la mejor actuación del curso de un Kike Royo que fue uno de los grandes fichajes del mercado -regresó tras un año en Sabadell- le permitió sumar y no hundirse más.
El CD Badajoz quiere ser vertical
Con la llegada de José María Salmerón por un Isaac Jové que fue sustituto de Cano, el CD Badajoz se ha convertido en un equipo más vertical. Prácticamente todos los goles (13) que ha marcado el conjunto extremeño han llegado al contraataque. Y es que el cuadro pacense está demostrando dificultades para atacar en posicional, como demostró el pasado fin de semana y como reflejan sus datos, ya que es uno de los equipos que menos ocasiones produce, con 7,5 chuts cada 90 minutos y 1,05 goles esperados (xG). Pero si su producción no es elevada, menos lo es su efectividad: ni siquiera es capaz de marcar un tanto por encuentro (0,9).
Estas dificultades a la hora de construir no le supondrán un problema ante el Deportivo, ya que todo apunta a que será el equipo coruñés quien lleve la iniciativa. El plan del CD Badajoz pasará por esperar. Algo que viene haciendo con relativa frecuencia hasta ahora, amparado en un 4-4-2 en bloque medio poco presionante -tiene uno de los PPDA más altos de la liga porque permite pases al rival-.
Se encuentra relativamente cómodo así el equipo pacense, aunque en muchas ocasiones su rival le sea capaz de encontrar los espacios entre mediocampo y defensa, ya que sus centrales no suelen ‘saltar’ y abandonar la última línea. Son Mario Gómez y Borja García dos buenos defensores en el cuerpo a cuerpo, pero les cuesta perseguir a jugadores móviles. Y ni siquiera en su faceta de fricción están siendo contundentes, pues al Badajoz le han marcado muchos goles de centro lateral. Aunque es cierto que más con balones rasos que aéreos.
De este modo, los dos zagueros son prácticamente indiscutibles en la parte de atrás junto a un Kike Royo que hasta el choque ante Unionistas tampoco había brillado especialmente. En el lateral derecho, José Mas es duda. Por él podría entrar Matías Pérez. Y por la izquierda, la baja de Valcarce está obligando al jovencísimo Edu Sánchez a hacer un máster acelerado. El zurdo de 17 años tiene condiciones con balón, pero ha sido uno de los puntos débiles en defensa del equipo a la hora de defender su espalda. Cosas de la edad, claro.
Un ‘clásico’ de Segunda en el eje del CD Badajoz
En el centro del campo, Raúl Palma, Mancuso y Javi Ros vienen componiendo un trivote en el que destaca este último, pues retrocede al tercer escalón después de tocar Primera División y Champions con la Real Sociedad y de hacer carrera en Segunda entre Mallorca, Zaragoza y una última etapa en el Amorebieta. De muy buen pie y recorrido, está aportando jerarquía en la zona media y ha contribuido con llegada y gol.
Ros es uno de los futbolistas de nivel que conforman la corta plantilla del Badajoz. Otro de ellos es Jesús Alfaro, que viene jugando en la derecha. El ex de la UD Logroñés es un futbolista de segunda línea de ataque con capacidad para asociarse y un gran golpeo que le permite ser muy preciso en los centros. El hermano del ya exfutbolista Alejandro puede jugar por dentro, pero lo lógico es que ante el Deportivo lo haga por fuera y compita por el puesto con Zelu o Adilson. Ambos jugadores ya estaban el pasado curso a las órdenes de Cano y son los más desequilibrantes en ataque por su capacidad de desborde.
Arriba, David Soto le ha ido ganando la partida a Francis Ferrón después de jugar mucho tirado a la derecha. El ex del Calahorra es un punta rápido que ofrece posibilidades a su equipo en el contraataque. Además, es el máximo goleador (3) de un conjunto que produce poco, pero que si juega concentrado y bien junto, puede poner en serios problemas para marcar al Deportivo. Por algo es uno de los que menos remates concede de todo el Grupo 1 (7,5). Aunque la calidad de estas ocasiones no es baja y, por ende, acaba encajando demasiado.