Tan solo lleva cinco días en A Coruña, pero Clarence Seedorf ya ha centrado las miradas de todos los seguidores deportivistas y del fútbol en general. El holandés afronta un nuevo reto en los banquillos después de su paso por el Milan y el Shenzhen chino. Reconocido como futbolista, el cuatro veces campeón de la Champions League no tiene tanto bagaje en los banquillos y para muchos es un desconocido en esta faceta. Adrián Blanco, periodista en As y apasionado del fútbol italiano, es una de las personas que más sabe sobre el Calcio. En su blog Segundo Poste analiza todo lo que ocurre en la Serie A. Con su ayuda, hoy conocemos un poco mejor al nuevo técnico del Deportivo de la Coruña.
Perfil de Clarence Seedorf
El fichaje de Clarence Seedorf por el Deportivo de la Coruña ha disparado todo tipo de dudas. Las cuales, para preocupación de sus aficionados, cuentan en este caso con un poso de lo más compacto. El exmediocentro, nacido hace 41 años en Paramaribo (Surinam), experimentó de rossonero su primera experiencia como técnico profesional. Pero esta, unos meses después de haber colgado las botas, compartió muy pocas certezas con su exitosa trayectoria vistiendo de corto -donde levantó dos Champions, dos Serie A, dos Supercopas de Europa, otras dos de Italia, un Mundialito y una Coppa nacional-. De hecho, su periplo por el banquillo no se alargó más que durante 22 encuentros. De enero a mayo del 2014, cuando reemplazó a Massimiliano Allegri y terminó, una vez concluido ese mismo curso, siendo sustituido por Filippo Inzaghi.
Seedorf aterriza actualmente en A Coruña con un bagaje de lo más escueto a sus espaldas: pues solo ha dirigido 35 partidos entre el Milan (22) y el Shenzhen chino (13). La suma de dos aventuras completamente distintas que, al margen de que ni siquiera llegan a alcanzar el lote de una liga como la española (38 jornadas), para colmo, antes de estrenarse oficialmente al frente del Deportivo, cuenta con un balance negativo: 14 victorias, seis empates y 15 derrotas.
El paso del holandés por el Milan fue tan irregular como así lo delatan sus cifras: 11 triunfos, dos empates y nueve derrotas. Tiempo suficiente para perder, por ejemplo, ante rivales de la enjundia del Napoli, la Juventus, la Roma o el Atlético -en el último encuentro del Milan hasta la fecha en Champions League, cuando cayó por un global de cinco goles a uno-; y, en cambio, terminar ganando el derbi ante el propio Inter a escasas dos semanas de dar por concluida la campaña. Una victoria que, sin embargo, no hizo por esquivar un destino de sobra conocido.
Aquel Milan, compuesto por futbolistas como Balotelli, Robinho, Taarabt o Abbiati, y que acabó octavo en la Serie A con una desventaja de 21 puntos con respecto a la Champions (Napoli) y de hasta 45 con el campeón (Juventus), representa el inicio de una deriva contra la que, varios años después, aún rema por encauzar cierta estabilidad. La misma que, por lo pronto, tratará de conquistar Seedorf desde su llegada al feudo coruñés. Y para la que, dejando al lado por solo un instante el sentido más resultadista de este deporte, quién sabe si podrá utilizar algunos de los métodos que le dio tiempo a experimentar sobre suelo lombardo.
Un sistema muy definido
Durante cerca de los cuatro meses que regentó el puesto rojinegro, Seedorf se caracterizó por emplear un 4-2-3-1 en el que, a excepción de las últimas semanas, probó con un doble pivote compuesto por Nigel De Jong y Riccardo Montolivo. Un (teórico) equilibrio de funciones, entre el neerlandés y el italiano, el cual no sería extraño que el otrora mediocentro holandés tratase de implementar ahora en Riazor. Pues sobre el mismo también trabajó durante su paso por el fútbol chino. Aunque dicho módulo, si bien es cierto que ha sido en el que más veces trató de organizar a sus equipos, compaginó en ciertas ocasiones en el Calcio con otros, quizás, más parecidos a aquellos con los que ha venido jugando el Deportivo antes de recurrir sus servicios.
El 4-3-2-1 o el 4-3-1-2, en función de con cuántos delanteros disponga para la ocasión, fueron los otros dos esquemas elegidos por el actual técnico deportivista durante su paso por Milán. Dos sistemas que, a simple vista, podrían casar de muy buena forma con aquello que venía utilizando el Deportivo, sobre todo en mediocampo, y que, además, podría compaginar de buena guisa con Adrián López, Florin Andone y Lucas Pérez en el frente de ataque. Ya que de esta forma, a diferencia que con Cristóbal Parralo, tanto Adrián como Lucas podrían actuar en unas posiciones más centradas de cara a puerta, escoltando así por detrás al rumano. Y es que acertar con el sistema será la primera clave con la que deberá lidiar Seedorf. Ya que si con ello consigue recuperar la mejor versión de futbolistas como Lucas, Mosquera o Çolak, este sería el mejor comienzo para, al menos, equilibrar la balanza ante la malograda parcela defensiva.