El Deportivo anunció ayer que ejercía la opción de repesca de Borja Galán, de manera que el madrileño regresa a la entidad blanquiazul tras una temporada en el Alcorcón. De este modo, el atacante se suma a una lista de futbolistas retornados a A Coruña en la que encontramos un gran abanico de resultados en lo que a rendimiento se refiere.
La incorporación de futbolistas que ya habían defendido sus colores anteriormente es una práctica muy común en el Dépor desde el descenso vivido en 2010. Justo antes de que dicha pérdida de categoría, el ariete Xisco Jiménez regresaba a Riazor tras su infructuoso periplo en el Newcastle. Aunque no pudo evitar el fatídico destino del equipo de Lotina, su aportación en la siguiente campaña fue fundamental, con dos goles decisivos en las últimas jornadas para firmar un ascenso de récord.
Con el siguiente descenso, fue el turno para la vuelta del guardameta Fabricio Agosto. El canario, que había debutado en 2007 para luego pasar por Valladolid, Recreativo y Betis, no gozó de mucho protagonismo en su regreso, con el equipo en Segunda. Por contra, fue el principal artífice de la permanencia lograda en la campaña 2014/15. De hecho, sus actuaciones fueron tan destacadas que pese a pasarse un año lesionado, el Besiktas no lo dudó y apostó por él, haciéndolo debutar en Champions League.
Junto a Fabricio, en 2013 regresaron también el Deportivo Albert Lopo y Javier Arizmendi. El zaguero se había ido al Getafe tras el descenso de 2010, dejando un sabor muy amargo en la afición. Sin embargo, su rendimiento tanto en Segunda como en Primera fue impecable, anotando incluso goles decisivos. Menos llamativo fue el retorno de Arizmendi. Eso sí, el polivalente jugador puso un bonito broche a su carrera. En la 13/14 disputó 17 partidos, anotó dos dianas y tras el ascenso del Dépor colgó las botas.
En estos años de alternancia entre Primera y Segunda, aparece también el nombre de Bruno Gama. El jugador luso defendió los colores del Deportivo en cinco temporadas diferentes, aunque en una solo lo hizo en la primera jornada y en otra se marchó en invierno. Habilidoso pero irregular, dejó un regusto agridulce en la parroquia herculina, a la que brindó buenas actuaciones pero siempre con la sensación de que podría haber aportado algo más.
Antes de esta vuelta a casa de Borja Galán, el último ‘hijo pródigo’ había sido el coruñés Lucas Pérez. La vuelta del ariete es sin duda la más decepcionante de las que conforman esta lista, aunque también fue el que mayores expectativas generó. Tras un espectacular curso en el que anotó 17 goles, el gallego puso rumbo al Arsenal para acabar regresando solo un año después. Sin embargo, su rendimiento en la 17/18 estuvo muy por debajo de lo esperado. Inamovible del once titular, no se enchufó hasta el tramo final del curso, cuando ya era demasiado tarde para salvar al equipo. Totalmente opuesto fue el caso de Adrián López. El asturiano volvió a la vez que Lucas tras seis años lejos de A Coruña y sin generar mucha ilusión. Con todo, anotó nueve goles y fue de lo poco salvable en una muy mala temporada colectiva.
Diogo Salomão, el eterno repescado
Entre todos los jugadores que han vestido la camiseta del Deportivo a través de diferentes contrataciones, sin duda hay que destacar al portugués Diogo Salomão. El extremo llegó cedido por el Sporting de Portugal en un total de cuatro ocasiones. En todas ellas, las lesiones le impidieron aportar más de lo que sus condiciones prometían. Pese a ello, goles como el de la salvación en el Camp Nou ya forman parte de la historia del Deportivo.
Tras su última temporada en el Dépor, Salomão ha jugado para Mallorca y Dinamo de Bucarest. En la última temporada, añadió otra salvación milagrosa a su lista, en este caso con el Al-Hazm saudí. Sin embargo, ha finalizado contrato y ahora mismo se encuentra sin equipo.