Pocos estadios en el mundo hay tan inaccesibles como el que el Dépor visitará este sábado desde las 20:45, el Santiago Bernabéu. El Real Madrid se ha impuesto en 84 de los 100 últimos partidos de Primera División que ha jugado en su campo, cediendo apenas 10 empates y 6 derrotas. Los dos únicos conjuntos que han sido capaces de llevarse los tres puntos del feudo merengue en este intervalo de tiempo han sido Atlético de Madrid y Barça, en tres ocasiones cada uno. Los últimos ‘mortales’ que obraron la hazaña fueron el Sporting de Gijón y el Real Zaragoza en 2011, triunfos que por cierto resultaron decisivos para que asturianos y maños se salvaran y fuese el Deportivo el condenado al descenso a Segunda.
En resumen: hace cinco años y medio que el Madrid no pierde en casa ante un equipo que no sea candidato al título de Liga. Sólo cinco han logrado arañar empates en esos últimos 100 encuentros: Valencia (4), Villarreal y Málaga (2 cada uno), Espanyol y Eibar (1). Amarillos y armeros lo han conseguido esta misma temporada, en las jornadas 5 y 7. En ambos casos, en momentos de saturación del calendario para los de la capital.
Así, el ‘Submarino Amarillo’ lo hizo en una jornada intersemanal, mientras que los vascos aprovecharon que los de Zinedine Zidane venían de disputar un exigente duelo europeo con el Borussia Dortmund. Una situación idéntica a la que el Dépor tiene el sábado: los madrileños se enfrentaron el miércoles a los alemanes, de manera que sólo tendrán tres días para recuperar fuerzas. De cinco han dispuesto los blanquiazules, que el pasado lunes firmaron su mejor actuación de la temporada ante la Real Sociedad.
Otro factor que ha ayudado a los visitantes modestos a dar la sorpresa en el Santiago Bernabéu es la escasa intensidad con la que el Real Madrid ha comenzado cierta cantidad de partidos a priori sencillos. Existen una serie de circunstancias que podrían propiciar que el líder del campeonato bajase la guardia este sábado: viene de obtener un valioso empate en el Nou Camp, consolidando su ventaja de 6 puntos sobre el Barcelona; y en su horizonte inmediato está ya el Mundial de Clubes, con un largo viaje a Japón que realizarán justo después de medirse al Dépor. El descomunal nivel del plantel madridista hace que a menudo el equipo no necesite dar el 100% para imponerse con facilidad, pero cuando un adversario motivado y con las cosas claras detecta ese exceso de confianza, los blancos llegan a verse en apuros.
No existe una estrategia que ofrezca garantías de asaltar el coliseo merengue: tanto presionando arriba como esperando atrás, la inmensa mayoría de los visitantes acaba sucumbiendo. Pero sí es cierto que ningún equipo humilde puede siquiera soñar con dar la campanada si no topa con un Madrid distraído y/o cansado, si no se presenta en su versión más ordenada, intensa y solidaria y si no cuenta, además, con una importante dosis de fortuna. Todo eso precisará el Deportivo para sorprender a un gigante al que varias veces derrotó en A Coruña, pero sólo dos en sus 44 visitas ligueras al Bernabéu.