No le gustan los focos, los esquiva siempre que puede. Sin embargo, dentro del verde, Cris Martínez (Astorga, 1993) es una de las futbolistas más importantes para el Dépor ABANCA. Por su talento, capaz de decidir partidos desde el lateral. Y por lo que significa en el vestuario, donde hoy es capitana. Hablamos con ella en la previa del Deportivo-Parquesol (sábado, 17h).
¿Cómo estás?
Bien, muy contenta este año. Con ganas de que pasen los partidos, sigamos ahí arriba y podamos celebrar al final de la liga el ascenso.
Mirando al último partido, era importante ganar en Pradejón y dejar atrás el sinsabor de la Dani Jarque cuanto antes.
Sí. Éramos conscientes de que iba a ser un partido complicado y en un campo complicado, porque el Pradejón había sacado buenos resultados en casa. Y más que nada para dejar atrás el sabor del partido contra el Espanyol. Nos sirve para ser conscientes de que esto sigue, y ni éramos campeonas contra el Levante Las Planas ni dejamos de serlo contra el Espanyol. Seguimos siendo el mismo equipo y vamos a seguir luchando por el objetivo.
¿Habéis podido recuperar las buenas sensaciones?
Yo, ¡jo!, justo al partido del Espanyol no pude viajar. Y la sensación de derrota claro que la tienes, pero lo que vives allí en el mismo partido no lo pude vivir, por desgracia. E igual yo no tenía los mismos sentimientos que mis compañeras. Pero son partidos que se pueden torcer y hay que seguir, la liga es muy larga.
Este sábado termina la primera vuelta. ¿Qué balance haces?
Yo creo que muy bueno. Hemos ido creciendo, éramos un equipo totalmente nuevo, con un entrenador nuevo, en la pretemporada teníamos que irnos conociendo. Y, a medida que ha ido pasando la liga, hemos ido a mejor, y creo que vamos a continuar creciendo.
Una de las claves de este vestuario es la ambición, ¿no? Algunas buscáis la segunda oportunidad en la élite, otras la primera, pero todas tenéis en común ese objetivo.
Es un buen combo. Hay muchas chicas jóvenes que están luchando o, por volver a Primera, o, por conseguir el objetivo de jugar allí. Y es eso: todas peleamos por lo mismo, y es lo que más nos une.
Los proyectos dependen de los resultados, y este verano el del Dépor ABANCA se reseteó. ¿Cómo de estable ves el proyecto actual?
Es lo que tú dices, se ha reseteado, es una etapa nueva. Se ha formado un equipo para intentar volver a Primera y, una vez cumplido ese objetivo, hay que seguir creciendo. El Dépor hizo una apuesta muy importante por el equipo femenino. Y una vez que yo creo que vamos a conseguir el ascenso, tanto el equipo masculino como el femenino, pues hay que seguir apostando por ello para conseguir el año que viene otros objetivos.
Cris Martínez: «Todas peleamos por lo mismo, y es lo que más nos une»
Por ese vínculo afectivo que se ha generado en el vestuario, ¿visualizas a este grupo manteniéndose en el tiempo?
Yo creo que sí. Somos una plantilla corta, todas estamos aportando, todas somos importantes. Evidentemente, el año que viene, si se subiese, habría que traer a gente. Pero creo que la que está aquí está comprometida, y Miguel (Llorente) está contento con todo el mundo. Entonces, esto es para mantenerlo, es algo que vamos a conseguir las que estamos aquí ahora, y nadie mejor que nosotras va a luchar por ese objetivo. Además hay mucha gente joven.
El modelo de juego
Con este modelo de juego, ¿en qué has tenido que reeducarte tú?
Yo, cuando llegué al Dépor (2016), venía de un equipo de Astorga -el Santa Ana-, donde jugaba en el medio, y era lo que más me gustaba. Antes de eso, también jugué a fútbol sala, así que me gusta estar siempre en contacto con la pelota, tocarla y que me la devuelvan. Es algo que me gusta. Miguel me da libertad para ello, y me siento muy cómoda. El año pasado era diferente con Manu, pero son dos estilos distintos a los que me intento adaptar y dar lo mejor de mí.
Te hemos visto actuar en las dos bandas este año. ¿Cómo varía, en tu manera de jugar, hacerlo por la derecha o por la izquierda?
Te tienes que perfilar para tu pierna buena, y yo intento hacerlo de la mejor manera posible en la izquierda. Miguel nos pide estar cerca y me da total libertad para meterme por dentro. Entonces, intento aprovecharlo. La verdad es que este año, al jugar con extremos, no llego tanto a línea de fondo como otros años, pero aporto por dentro.
Cuando apareces en esas zonas avanzadas, ¿te sientes una centrocampista más?
Diría que sí. Todas tenemos que estar pendientes del resto, viendo donde se coloca nuestra compañera y ocupando el espacio que queda libre. En ese sentido, la gente que juega por dentro me lo pone fácil para que yo pueda entrar a dentro y ellas ocupar otro espacio.
¿Cómo se compensan ahí esos movimientos? ¿Tenéis algo predefinido?
Los entrenamientos se basan en eso, son movimientos que automatizas. Tienes que estar mirando para el resto del campo, ver donde está el hueco y ocuparlo, para darle una línea de pase a tu compañera. De ese modo, vas a sacar la pelota más fácil.
En la presión saltas sobre lateral, es decir, apareces en 3/4. ¿Genera ansiedad saber que dejas un espacio tan grande a tu espalda?
Sí. Yo prefiero defender hacia delante, me gusta saltar a la presión, pero sí. Cuando me meto para dentro o salto a la presión, muchas veces me llevo algún grito de que no debería hacerlo, pero la mayoría de veces es eso: tengo a mis compañeras cubriéndome las espaldas. Y es algo que hacemos siempre, una de las dos laterales tiene que saltar. Y al final somos 11 para 11, hay que recolocarse, pero es lo que entrenamos.
Capitanía y autocrítica
¿Qué supone para ti ser una de las capitanas este año?
Para mí es un orgullo, llevo aquí mucho tiempo, he compartido vestuario con mucha gente y con otras capitanas como fueron Miriam, Teresa, Iris… Entonces, ocupar ahora ese puesto es un orgullo para mí. Espero hacerlo tan bien como lo hicieron ellas, y enseñarles a las que vienen detrás lo que significa el Dépor.
Cris Martínez: «No estuve a la altura el año pasado, y creo que le debía una al Dépor. Por eso decidí quedarme e intentar dar lo mejor de mí para compensarlo»
Siempre has sido una jugadora ambiciosa y de equipo. Pero, por cómo hablas, tengo la sensación de que este año has dado un pasito adelante y has asumido más responsabilidades aún.
Soy ambiciosa y soy súper competitiva, pero intento pasar desapercibida (se ríe). Al final, este año ha salido mucha gente que tenía peso en el equipo y había que tomar las riendas. Ya estaba gente como Patri (López) o Alba (Merino), pero como yo llevaba aquí cierto tiempo, igual tenía que asumir ese rol.
Muchas han salido, pero tú te has quedado. Por lo dura que fue la temporada pasada, ¿no te planteaste en ningún momento salir?
Alguna oferta sí que recibes, pero creo que yo no estuve a la altura el año pasado, y creo que le debía una al club y al Dépor. Entonces, decidí quedarme y este año intentar dar lo mejor de mí para compensarlo. Fue esa la decisión que tomé. No sé si acertada o no, pero estoy muy contenta aquí, y ojalá podamos devolver al Dépor a la división que le corresponde. Las jugadoras que se fueron también hicieron, para mí, lo correcto. Cada uno toma las decisiones que cree que tiene que tomar, y la mía fue esa.
¿Por qué has renovado hasta 2023?
Es lo que te decía. En ese momento renové con Pablo (Pereiro), y confiaba en el equipo que íbamos a hacer, confiaba en que podíamos subir; y en ello estamos. Entonces, dos años más para conseguir el objetivo y disfrutar de otro año, ojalá, en Primera.
La última. ¿Dónde va a estar la clave para que el Dépor ABANCA vuelva a Primera Iberdrola?
Va a ser una liga muy competida hasta el final. Te diría lo fácil: no perder ningún partido, pero es complicado, porque en cualquier campo, por muy abajo que vaya ese equipo en la clasificación, te puedes dejar los puntos. Supongo que se decidirá en los duelos directos. La parte buena que, a lo mejor, tenemos nosotras es que muchos de los rivales directos tienen que venir a nuestra casa. Entonces intentaremos sacar el mayor provecho posible a Abegondo.