Nueva edición de la columna de Dani Cancela, ex del Depor y coruñés, ahora enrolado en las filas del Kitchee de Hong Kong desde hace una década. Su rutina también se ha visto afectada por la pandemia y os traemos un serial titulado ‘Desde la (semi) burbuja’ en el que nos irá contando cómo lleva el día a día en su vida personal, al tiempo que trata de seguir lo mejor posible la actualidad deportivista:
Encaro mi última semana en esta burbuja con cierto desazón. Me siento un poco como el Depor en las últimas jornadas de la liga pasada, cuando una vez que, contra todo pronóstico, salió del pozo y se situó fuera del descenso y dependiendo de sí mismo para lograr el objetivo, mandó al limbo sus opciones perdiendo en casa contra un Extremadura que ya estaba descendido.
Nosotros el jueves le ganamos al líder y nos pusimos primeros a falta de dos jornadas para el final de liga. Dos jornadas en las que nos enfrentábamos a los dos últimos clasificados dependiendo de nosotros mismos para ser campeones. Pero ayer tuvimos nuestro Extremadura. En un partido en el que debimos haber ganado cuatro o cinco a uno, acabamos empatando y echando por tierra esa ventaja que, como al Depor, tanto nos había costado lograr.
Ahora estamos obligados a ganar y esperar lo que hagan nuestros rivales en la última jornada. ¿Nos suena? Por lo menos, si no se tuerce nada, todos los partidos serán a la misma hora, porque aquí también piensan que jugar en distintos días supone una alteración flagrante de la competición. Cosas lógicas que a veces la supuestamente “mejor liga del mundo” pasa por alto. En fin.
De aquellos polvos vinieron estos lodos, este barrizal en el que el Deportivo está metido esta temporada y del que ya empezamos a ser conscientes. Los amistosos de esta semana deben ser un aviso a navegantes para todos, afición y equipo, de donde estamos metidos y de lo difícil que va a ser salir.
Es verdad que es pretemporada, que se está seguramente entrenando mucho y que no se pueden sacar muchas conclusiones, pero no está de más que nos demos cuenta que los partidos de esta liga van a ser mas como el de As Eiroas que como el de Riazor contra el Arzúa. Y el Bergan, que fue un buen equipo, está lejos de ser un equipo puntero de Segunda B, que va a tener la misma o más intensidad, agresividad y concentración, y mejores jugadores para hacer más daño. Dicho queda. Así las cosas, más allá de discutir planteamientos o alineaciones (es pretemporada) los dos partidos dan para sacar ciertas conclusiones.
La primera es que si hay que elegir, el Depor necesita algo mas en banda que en el puesto de central. Con Granero, Mujaid, Derik Osede y Juan Rodríguez la posición está bien cubierta, porque Alex puede jugar ahí e incluso Bóveda si alguna vez Fernando Vazquez decide jugar con tres centrales. Juan Rodríguez me parece un proyecto de central espectacular, aunque se debe dar cuenta de que tiene que ser mas contundente en los duelos. El fútbol de Segunda B es muy físico y de mucho contacto, y contra el Bergantiños sufrió mas de lo que debería en estas acciones. Aún así, tiene muy buena pinta.
La segunda, es que de medio campo para arriba hace falta mas. El doble lateral con el que comparecimos en Carballo es difícil de explicar si no es por reparto de minutos, y aun así, eso demuestra que no hay efectivos suficientes. Era indispensable que Keko se quedase, ya que todos echamos de menos a Lara en Carballo, pero se necesita mas desborde y uno contra uno en banda, porque es la forma de hacer daño a defensas cerradas y campos pequeños, y de eso va a haber bastante esta temporada.
La tercera conclusión (y la mas importante) es que estamos muy locos. La de gente que se metió entre pecho y espalda un partido amistoso en Carballo por YouTube es una barbaridad. Algunos, como yo, incluso lo vimos en diferido al día siguiente… ¡sabiendo el resultado! Por cierto, tiene mucho mérito José Luis Núñez y su forma de narrar estos partidos porque los sube de nivel, y no debe ser fácil. Ojalá pudiese ser toda la temporada así. A mí me solucionaría un problema, porque desde luego este año la segunda B tiene prioridad sobre cualquier otra liga. ¿Estamos locos? Puede, pero bendita locura.