Nueva edición de la columna de Dani Cancela, ex del Depor y coruñés, ahora enrolado en las filas del Kitchee de Hong Kong desde hace una década. Su rutina también se ha visto afectada por la pandemia y os traemos un serial titulado ‘Desde la (semi) burbuja’ en el que nos irá contando cómo lleva el día a día en su vida personal, al tiempo que trata de seguir lo mejor posible la actualidad deportivista:
Se estrenaba el Depor esta temporada en horario de máxima audiencia para el mercado asiático y sobre el papel no podía hacerlo contra el rival mas propicio, un Coruxo que no había sido capaz de marcar un gol en lo que va de liga. Un día perfecto para recuperar, o mejor dicho encontrar porque nunca estuvieron, sensaciones de equipo campeón.
Yo también me las prometía muy felices, pensando en que podría ver el partido en directo, sino todo, por lo menos la segunda parte al terminar mi propio partido del domingo, pero (no sé si fue en todos los lados igual) la web de la G2 tenía otros planes para mi. Ni siquiera pude verlo nada más acabar, porque no lo colgaron hasta el día siguiente, así que una vez más tuve que verlo en frío y sabiendo el resultado. A veces, como en la ocasión a balón parado del Coruxo, se agradece.
Fernando Vázquez sacó un once que vamos camino de saber de memoria. Que modifica solo cuando está obligado por las lesiones, y en el que confía. Quizá porque ve cosas que los demás no vemos, porque tiene una visión del equipo menos cortoplacista que nosotros los aficionados y porque, de eso no hay duda, los números le dan la razón.
El Coruxo, como había hecho el Compos y el Salamanca en muchas fases del partido, dominó el juego, manteniendo la pelota con criterio a veces durante tanto tiempo que parecía un rondo, pero lo hacía porque al Depor no le importaba demasiado y se jugó mas tiempo el partido que el Depor quería. Uche empezó a demostrar que es un jugador dominante en la categoría. Todos los duelos, todas las segundas jugadas eran suyas aparentemente sin esfuerzo, y Mujaid volvía a parecer un adulto jugando contra juveniles. El Coruxo jugaba, descolocaba a los mediocampistas del Deportivo pero sus ataques morían antes de llegar al área sin generar peligro.
Toda la superioridad demostrada sin balón se transformaba en una espesura terrible con la pelota. El ritmo que a Uche le sirve para robar y ganar duelos no es suficiente para agitar a las defensas contrarias. Las transiciones son lentas siempre y el equipo contrario repliega mucho porque sabe que el ataque posicional no es la mejor virtud de un Dépor en el que al final casi siempre es Alex el que acaba por romper líneas conduciendo para tratar de dar el último pase. Y si aspiramos a ser verticales y dinámicos, Alex no puede tener tanta responsabilidad en el fútbol ofensivo.
Borges mejora partido a partido aunque todos pensemos que no es suficiente. El domingo saltaba él a la presión, y en mas de una ocasión apareció pisando el área buscando un último pase o un centro que no se dio. Pero ya le pide el cuerpo llegar, y eso es el primer paso. Como yo en la segunda semana de pretemporada cuando el cuerpo ya me pide ir al suelo para cortar un balón. Puede que no llegue, pero la semana anterior estaba tan lejos que no era capaz ni de ir al suelo. Borges está en esa fase. Esperemos que a la vuelta del parón se parezca mas al Celso que recordamos.
Y a partir de ahí, cosas que mejorar. Nacho va de mas a menos y en sus gestos se empieza a ver cierta ansiedad porque él sabe que no está dando lo que se espera de él. Y a Claudio no se le nota en la cara porque es una sonrisa constante, pero hay cosas que denotan que no está con confianza. No ganaba los saques en largo de Abad, no participó nada en el juego del equipo y mejor, porque cada vez que el balón llegaba a sus pies cometía errores técnicos impropios de alguien con su currículum. Curiosamente, de esa falta de confianza salieron un par de jugadas de peligro y el gol de Lara. Mas allá de que Messi enseñara el camino el día anterior, un delantero cuando está con confianza y con gol quiere cada balón que ronda por su lado dentro del área y tira a la menor ocasión. Sin embargo él la dejó pasar hasta tres veces. La primera quizá si era la mejor elección, pero en las otras, incluido la del gol, no. Paradojas del fútbol.
También hay que mejorar en estrategia, ofensiva y defensiva. En un partido en el que el rival a penas inquietó la portería, una falta y un par de centros laterales mal defendidos pudieron y debieron meter al Deportivo en un lío. Pero las categorías se notan, y donde mas se notan es en cómo los equipos contrarios te penalizan tus errores. El Coruxo falló, pero si el plan consiste en ser un equipo rocoso y sólido, esos regalos hay que minimizarlos.
Con los cambios (hasta en eso Fernando Vazquez es consistente partido tras partido) el Depor cambió de ritmo. Gandoy pide a gritos el sitio de Nacho en el once y Galán hizo mas que Lara en desborde y movilidad. En su debe y en el del equipo, mejorar las contras, que fueron muy pobres. El partido estaba para cerrarlo y darse un festín, y volvió a acabar en un 1 0 que mantiene la incertidumbre hasta el final, aunque esta vez el sufrimiento fue mínimo.
Líderes de nuestro subgrupo y del grupo, el parón debe servir para afinar e incidir en la idea, recuperar jugadores lesionados y mejorar la versión de los que todavía no están a su nivel. Y tener perspectiva, porque vamos por el buen camino.