El Deportivo trata de olvidar el tropiezo ante el Nàstic, pero, al mismo tiempo, busca el motivo para no volver a caer en el error. Dani Giménez cree que el equipo necesita algo más de colmillo, sobre todo ante los rivales más débiles: «Puede ser cosa de mentalidad, pero no de relajación. Cuando te ves superior y empiezas ganando puedes bajar un par de pistones y contra un rival exigente a lo mejor no lo harías. El salto que puede dar el Dépor es en esa mentalidad ganadora. Hay equipos que igual en mentalidad están un punto por encima y hay que igualarla«.
Al portero no le preocupa la mala racha en casa, no ve tendencia negativa y explica los últimos malos resultados desde la falta de puntería: «Tiene que ver con la eficacia. Fuera estamos aprovechando las ocasiones que tenemos. Es la única forma de ganar a domicilio porque es complicado dominar. Y en casa estamos dominando y creando oportunidades, pero no las metemos».
Destaca la importancia del duelo con el Málaga y el golaverage, aunque no lo ve decisivo. Eso sí, avisa de los peligros del conjunto andaluz: «Es un equipo muy físico, tiene gente muy vertical y fuerte en el centro del campo. Con mucha veteranía. Para nosotros es bueno que nos dejen jugar, que nos podamos sentir protagonistas, pero va a depender mucho de las ocasiones que tengamos y si somos capaces de abrir el marcador. Es uno de los partidos más importantes del año. Dos cocos de la categoría».
Dani no es partidario de forzar a los jugadores tocados y habló de la incorporación de Vítor Silva: «Es un poco una vacuna ante lo que pueda pasar con los lesionados. No sabemos cuál puede ser la evolución y es bueno tener un plan ‘B’. Es un chico majo, trabajador y bueno para el perfil del grupo. Tiene experiencia y va a aportar si se queda, pero eso ya no depende de nosotros».
También hablo de Montiel después de su buen estreno: «Lo conozco porque sigo bastante al Rayo y sé lo que puede dar. Viene de una situación que no es cómoda en el Fabril. Tiene mucho desparpajo, entiende el fútbol y tiene calidad. Pero al final son momentos. Seguro que va a tener oportunidades, aunque es más difícil si se recuperan jugadores. Si cada vez que viene se entrena así y aprovecha la oportunidad, lo veremos más minutos. La cantera no tiene que estar para hablar, sino para ayudar cuando el equipo lo necesite».