No terminó de confirmar su mejoría el Deportivo de La Coruña en Talavera. El cuadro herculino concedió muy poco, pero encajó en el único tiro a puerta del rival. El bofetón sirvió para que los de Borja Jiménez dotasen de más velocidad a su fútbol en el segundo acto. Y aunque consiguieron igualar y tuvieron ocasiones para darle la vuelta al partido, finalmente se quedaron a medias. Fue un cambio de marcha demasiado corto. Así fue el Talavera-Deportivo a través de los datos.
El juego interior
Sabían desde el Deportivo que el Talavera era un equipo que sufría cuando se le juega por dentro. Y por eso Borja Jiménez repitió con los diez disponibles que iniciaron el choque ante el DUX, pero varió algo las pautas. El equipo dirigido por Manu Mosquera es ahora un rival menos presionante que con Víctor Cea, por lo que la opción de ser más vertical a espaldas de la defensa rival no iba a existir.
Por ello, la intención del cuadro coruñés era ser vertical… pero desde encontrar desequilibrios en el juego interior. De este modo, la habitual salida por fuera dio paso a una marcada intención de encontrar superioridades numéricas y posicionales en la zona de los dos centrocampistas rivales. El conjunto talaverano defiende y ataca con un 4-4-2 canónico. Pero si sus puntas no están muy activos, el equipo rival puede filtrar pases a los costados de los mediocentros. Eso pretendió el Dépor, con los laterales altos fijando en amplitud a los extremos enemigos y tanto Soriano, como William De Camargo e incluso Quiles apareciendo a recibir entre líneas.
Pero una cosa fue la intención y otra diferente que el equipo encontrase el ritmo. El Dépor estuvo impreciso, poco chisposo, lento. No fue capaz de darle continuidad a esas situaciones generadas por dentro. Sobre todo en una primera mitad en la que acumuló, siempre según datos de Wyscout, el 67,3% de la posesión. Una tenencia de balón infructuosa, pues únicamente fueron registrados 10 ataques posicionales, de los que solo 1 acabó con un remate. De este modo, el Deportivo finalizó 4 acciones con chut con jugadas en todo el primer acto. Demasiada poca producción para tanto volumen de posesión ineficiente.
Y todo a pesar de un Quiles que rindió de maravilla. El delantero andaluz fue el ‘9’ del Deportivo, pero tuvo la libertad de aparecer a recibir para hacer dudar a los centrales del Talavera. Más allá de que fue el autor de 6 de los 10 chuts totales del equipo, Alberto mejoró su media de la temporada en todas las estadísticas que miden la participación en el juego.
Peor estuvieron Soriano y WDC. El mediapunta madrileño se ofreció, pero apenas encontró situaciones para girarse y decidir de cara a la portería rival. Tan solo recibió 20 pases, prácticamente ninguno en el ‘cuadrado’ entre lateral, central, mediocentro y extremo rival. No tuvo incidencia en su zona favorita. Mientras, William De Camargo recibió 19 balones en los 73 minutos que disputó. Fueron más que su media habitual, pero tampoco resultó una pieza desequilibrante en el juego. Sin apenas situaciones para encarar desde la banda, el brasileño chutó 2 veces, regateó con éxito en 4 de sus 9 intentos y dio una asistencia a tiro. Pero no fue el WDC ‘chisposo’ ni en la derecha ni en la izquierda. Fue más mediapunta que extremo.
Liberar por fuera… pero sin rematadores
El sacrificio de WDC y Soriano jugando lejos de la banda pretendía ser un método para atraer por dentro y, así, poder liberar por fuera a sus laterales. Que fuesen estos quienes diesen la profundidad al equipo. Borja Jiménez aprovechó que podía volver a contar con dos laterales ‘per se’ y quiso recuperar una de las mejores armas del Dépor. Pero se quedó a medias. Primero, porque fueron pocas las veces que el bloque coruñés encontró con tiempo y espacio a sus futbolistas exteriores. Y después, porque el nivel individual de sus piezas no fue suficiente para desequilibrar.
Héctor Hernández estuvo gris. Apenas fue capaz de encontrar la línea de fondo, más allá de no estar del todo pendiente de su espalda en el 1-0 del rival. Pese a ello, sus números en ataque no fueron malos, ya que colocó 7 centros (el que más) y 3 de ellos con acierto. No le ayudó que el equipo no terminase de fluir. Ni tampoco que la zona de remate estuviese ausente de referencias, más allá de Quiles.
Mejor impresión dio Antoñito. 2 de sus 5 centros fueron precisos. El andaluz llevaba cinco meses sin jugar. Un hecho al que se suma su poca participación en el Cartagena previa a su rescisión. Pero en sus primeros minutos con el Deportivo, demostró que puede ser ese lateral que aporte en ataque al menos una cierta amenaza desde el costado derecho. El sevillano intentó 4 regates, de los que 3 fueron acertados. Aunque solo en dos situaciones encaró en campo contrario.
Así, el Dépor concretó en total 16 centros (su media del curso), de los que 7 fueron precisos (por encima del promedio). Pero dio la sensación de no generar demasiado peligro desde los costados. Lo mismo que en el resto de situaciones, pese a que completó 12 chuts. Quizá porque fue inconstante y porque apenas superó el gol esperado: produjo ocasiones por un valor de 1,10 xG. Es decir, no ‘mereció’ mucho más.
Una defensa (casi) notable
Pero si el Deportivo no estuvo brillante en Talavera en ataque, sí que rindió a un nivel más que decente en el apartado defensivo. Una de las claves de cara al play-off de ascenso es recuperar esa solidez atrás. Y lo cierto es que ante un rival inferior que pretendió jugar muy directo (no será el contexto de la fase de ascenso), lo consiguió.
El partido de Lapeña fue muy bueno. El central ganó 15 de sus 17 duelos, su porcentaje (88%) más alto de todo el curso. Además, concretó 6 interceptaciones de balón y estuvo más que correcto en el pase (92% de acierto y 7 de 12 largos). Algo más incómodo estuvo Jaime Sánchez, que perdió 6 de sus 11 duelos. Pese a ello, los dos centrales fueron garantía a la hora de defender muy arriba y minimizar las ofensivas de un Talavera que quiso jugar directo. Rodrigo Rodrigues, enrachado, pasó prácticamente desapercibido por El Prado.
Así, con una buena defensa del juego directo que dejó al ‘Tala’ únicamente en 6 chuts, 1 de ellos a puerta (el gol), el Dépor controló el encuentro. Pero una concesión en un centro lateral en el que el equipo no ajustó marcas en el área y Soriano permitió entrar solo desde atrás a Pablo Monroy, le hizo tener que remar.
No fue demasiado lastre ese tanto. Pero sí suficiente en un día en el que el Deportivo estuvo lejos de tener una actuación inspirada y no pudo sacar de su visita a Talavera una victoria. Le faltaron al cuadro coruñés varias marchas más en el primer tiempo y un último cambio de ritmo en el segundo para desnudar por completo a un rival con virtudes, pero que demostró por qué está ahí abajo.