En los últimos años el Dépor ha presumido de ser uno de los equipos con los abonos más baratos de Primera División, con diferentes ofertas y manteniendo los precios para premiar a la afición, su gran activo en estos tiempos difíciles. Eso puede cambiar este año, ya que en la directiva blanquiazul se ha abierto el debate con dos corrientes de opinión, según informa el Diario AS: subir los abonos para la próxima temporada o congelar los precios un año más.
El club coruñes ingresó la temporada pasada casi 5,5 millones de euros en concepto de socios y abonos, lo que supuso cerca el 8 por ciento del presupuesto, que en circunstancias normales (no todos los veranos se venderá por valor de 20 millones como sucedió con Lucas Pérez) ascendería algo más de un punto porcentual. Aún así, y a pesar de elevar en 400 el número de socios con respecto a la 15-16 hasta alcanzar los 26.510, la cantidad recaudada fue menor. Los partidarios de incrementar el precio -aunque el aumento sería mínimo- defienden que en la delicada situación económica actual, no se pueden permitir que la segunda fuente fija de ingresos, tras los derechos televisivos, disminuya.
En el polo opuesto están los que apelan al factor sentimental, argumentando que no es el mejor momento para cobrar más por los carnés de socio, sobre todo teniendo el cuenta la mala temporada y el ambiente enrarecido con el que se despidió el equipo en Riazor. Defienden también que un aumento del precio no tiene por qué llevar una subida de los ingresos si viene acompañado de una reducción de la masa social, algo que además podría afectar al rendimiento del equipo en los partidos de casa.
Habrá que esperar a que se ponga en marcha la campaña de abonados para saber qué camino toma el Consejo, aunque lo que parece claro es que la afición deportivista volverá a responder de forma ejemplar, independientemente de la decisión de la directiva.