El fútbol, como buen reflejo de la vida, suele dar muchas vueltas y algo así es lo que le ha sucedido a Antonio Hidalgo, flamante nuevo entrenador del Deportivo para la próxima temporada. El catalán, que afronta el primer gran proyecto de su carrera en los banquillos, guarda una curiosa relación con el conjunto blanquiazul, pues ante este llegó uno de los recuerdos más especiales que guarda: su debut como futbolista en Primera División.
Después de formarse en la Masía y llegar a Segunda División B con el Barça Atlètic, le llegó la oportunidad de fichar por el Tenerife, el gran equipo de su carrera. En las islas Canarias consiguió el éxito del ascenso a la máxima categoría, pero tendría que esperar varias jornadas para tener minutos en la élite a las órdenes de un viejo conocido como Pepe Mel.
Una oportunidad que finalmente le llegó en la jornada 12, cuando el Deportivo visitó el Heliodoro Rodríguez López. Los coruñeses eran los líderes, mientras los chicharreros sufrían desde un principio en la zona baja de la tabla. Sin embargo, estos últimos fueron capaces de dar la sorpresa y vencer por tres goles a uno con el ahora técnico blanquiazul en el campo: Antonio Hidalgo, entonces de 22 años, entró en la segunda parte y jugó casi cuarenta minutos.
Pese a la victoria, la suerte les sería esquiva y no serían capaces de evitar el descenso a Segunda División, aunque el de Granollers no cambiaría de equipos en las siguientes temporadas. Siguió intentando una retorno que no sería posible hasta que cambió de colores por los del Málaga, con los que pisó por primera vez el estadio de Riazor en una derrota por dos a uno de los andaluces en el curso 2005-06.
La preparación psicológica, uno de sus puntos fuertes
En el camino del Deportivo hacia el ascenso tendrá una importancia especial el cuidado de la mente. Un aspecto fundamental para Antonio Hidalgo, tal y como explicó en varias entrevistas durante los años anteriores. «Hay días que abro la consulta de psicología y los jugadores van pasando. En Huesca no tenemos psicólogo y esas funciones hay días que las asumo yo. Es vital la función de un psicólogo en un club. (…) Es una figura vital para los jugadores y poder encauzarlos, porque ellos solo piensan en si juegan o no, no ven más allá», reflexionó en una entrevista en Relevo.