Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer y, sobre todo, muchas salidas que concretar, el Deportivo continúa avanzando en la configuración de la plantilla. Y esta semana, cuando faltan unos días para el arranque de la pretemporada, el club blanquiazul ha conseguido ya cerrar la remodelación del centro de su defensa. La última llegada de Pablo Trigueros completa el corazón de la zaga que tendrá que proteger la portería de Ian Mackay.
Tenía por delante una tarea complicada la secretaría técnica para reconstruir la defensa del Deportivo. Las salidas de Derik y, sobre todo, de Mujaid, dejaban un enorme hueco no sólo a nivel cuantitativo, sino en el caso del canterano, además, en lo que se refiere a nivel individual. Borja Granero se quedaba solo, pero el club se ha movido bien en el mercado y ha logrado firmar dos centrales que llegan de superior categoría.
Tanto Adrián Lapeña como Pablo Trigueros vienen de competir en Segunda División y ambos pueden presumir, también, de lograr ascensos recientes desde la categoría de bronce. Trigueros lo hizo con la Ponferradina en 2019 y Lapeña hizo lo propio el pasado verano con el Castellón, al que llegó en el mercado de invierno y fue clave en el éxito del equipo.
La cuarta pata de la defensa del Deportivo, entre Bergantiños y la cantera
Como ya ocurrió la temporada pasada, todo hace indicar que el Deportivo no fichará a un cuarto central para doblar posiciones. Toca optimizar recursos, tanto en número de fichas como a nivel económico y la cuarta pata de ese eje de la defensa se cubrirá entre la polivalencia de Álex Bergantiños, rol que para nada le es desconocido, y la presencia de canteranos. Juan Rodríguez o el juvenil Dani Barcia son los principales candidatos de la factoría Abegondo en caso de que haya que Borja Jiménez tenga que mirar hacia abajo.