Ya con varios días para asimilar el triunfo en la ida contra el Castellón, el Deportivo empezó este miércoles a preparar el encuentro de vuelta que se disputa este domingo en Castalia (18:00 horas). Con Alberto Quiles ya descarado para la temporada, la mejor noticia para Rubén de la Barrera es que ha tenido a todo el resto de la plantilla disponible, sin tener que lamentar nuevas ausencias después del partido de hace unos días.
La atención estaba puesta en la evolución de Yeremay y Svensson. Ambos se vaciaron, tanto repitiendo esfuerzos en ataque como ayudando en defensa, y tuvieron que pedir el cambio en el segundo tiempo. Pero fue simple fatiga y ya están totalmente recuperados. Hoy completaron la sesión sin ningún tipo de problema.
Así lo hizo también Lucas Pérez. El delantero coruñés arrastraba unas molestias en el pie desde el partido de Pontevedra que le impidieron entrenarse con normalidad la semana pasada. Jugó los 90 minutos ante el Castellón, pero no estuvo a su mejor nivel y uno de los motivos pudo haber sido la limitación que sufrió en los días previos. Eso parece ser ya agua pasada y Lucas también estuvo junto al resto del grupo.
Dos sesiones a puerta cerrada en Riazor antes de viajar a Castellón
Rubén de la Barrera no quiso dar ninguna pista sobre el posible plan para Castalia. El técnico coruñés pretende guardarse todas las cartas y por eso ha programado dos sesiones a puerta cerrada en Riazor. Mañana jueves será una de ellas y la otra queda para el sábado, el último entrenamiento antes de desplazarse a Castellón. El estadio herculino será el escenario de los ensayos generales para el segundo de los determinantes partidos que le quedan al Deportivo en busca del ascenso. Mantener el once o hacer ajustes, la gran incógnita.