El Deportivo necesita dar un golpe sobre la mesa y no solo en lo que se refiere al terreno de juego. En el momento clave de la temporada, además de perder a uno de los jugadores más importantes como es Quiles, necesita reconducir el mensaje. Tanto interno como externo.
Si le preguntamos a cualquier persona de las que leerán este artículo, seguro que en muchas ocasiones ha escuchado la frase «es que somos el Deportivo». Esta coletilla se puede usar para todo tipo de sentencias. «Han ido más de 17.000 personas al campo», la respuesta suele ser «claro, es que somos el Deportivo». Cuando alguien se asombra de la presencia de aficionados en otro campo, se suele responder con esa misma frase. Pero también a aquellas de «hemos vuelto a pechear» o al «nos pasa de todo». Y esto último es lo que se debe modificar. Pero este cambio debe iniciarse desde el propio club. Y me explico.
Justamente esta era una de las partes que debatíamos con Tomás Magaña en A Balón Parado y uno de los temas que nos quedamos comentando tras el programa. El Deportivo necesita un portavoz y de forma urgente. Quienes han asumido este rol en los últimos tiempos han sido los entrenadores, con el desgaste que supone en sus mensajes. Cuando hablo de portavoz no me refiero al presidente, lo hago a una figura con capacidad de reacción y ejecución casi inmediata.
Bajo mi punto de vista, de poco vale ofrecer una rueda de prensa con palabras altisonantes o poner mensajes en las redes sociales cuando hay una injusticia como por ejemplo la brutal agresión a Alberto Quiles. Teniendo en cuenta los valores del club y que justamente «somos el Deportivo», entiendo que una forma correcta de proceder sería realizar una queja formal a la Federación o al estamento arbitral apoyado en un caso documentado con pruebas. Y una vez hecho esto, sí explicarle a tu afición qué has hecho, cómo lo has hecho y por qué lo has hecho. Este último punto, además, se ha convertido en una urgencia agravada desde las últimas temporadas.
Como explicaba al principio, es necesario un golpe sobre la mesa que cambie el rumbo y sobre todo el pesimismo que envuelve a gran parte del deportivismo. Eso se hace tanto con resultados sobre el terreno de juego como desde el trabajo en los despachos. Este, sin duda, es uno de los grandes debes de la directiva donde solo últimamente hemos visto algún tímido tuit. De hecho, el único que se ha dirigido en varias ocasiones a la afición ha sido Antonio Couceiro, que ejerce de presidente del club.
No se trata de gritar más alto o de usar palabras más gruesas, se trata de ser firmes en el mensaje, saber cómo y cuando transmitirlo. Que conste que todo esto no exime a cuerpo técnico, secretaría técnica y jugadores de la situación deportiva actual, pero claramente hay situaciones que no son beneficiosas. Sí, somos el Deportivo. Pero tiene que ser un Deportivo que realmente se lo crea y que reaccione cuanto antes, mejor.