Después de estrenarse como goleador, Miku por fin hizo su presentación como nuevo jugador del Deportivo. El delantero venezolano es consciente de que llega con la máxima exigencia, pero el reto no lo asusta: «Hay que saber vivir con esa presión. Está claro que en esta categoría somos el rival a batir. Pero eso no puede ser un motivo para que nos carguemos para presión extra y no salgan las cosas. Jugar por el éxito es muy bonito y tenemos que tener la capacidad para gestionar eso y que no nos dominen las emociones«.
El punta reconoce que no dudó cuando el club herculino llamó a su puerta: «Cuando recibes el interés de un gran equipo, como deportista te atrae. Todos sabemos lo que representa el Dépor en Galicia y el mundo. Es un equipo muy arraigado en Venezuela y hay una cultura gallega gigantesca allá. Le dije a mi agente que si la opción era real que sería un reto y una experiencia ilusionante. Sabemos que no es la categoría habitual ni la que se merece, por lo que hay que sacarlo cuanto antes. Conocía la idiosincrasia de la entidad. Jugué con Lopo, Juan Rodríguez, Lafita… siempre me dijeron que su etapa aquí había sido excelente. Tengo amigos gallegos como Trashorras, otros que viven aquí como Paco Jémez… amigos personales, familiares en Sada… no sé si es el destino o no, pero tenía pinta de que iba a terminar llegando aquí«.
Miku explica su salida al extranjero y su prueba con el Deportivo
Miku fue honesto en cuanto a las razones que lo llevaron a jugar en ligas exóticas, pero reconoce que quiere asentarse: «Cuando salí primaron aspectos económicos. Hay veces en la vida que pasan trenes en los que hay que montarse. Como familia, tomamos la decisión de irnos y han sido años maravillosos. Sea el nivel que sea, gané Copa, gané ligas… llevo tres años siendo campeón y eso suma. A nivel familiar hemos aprendido, hemos viajado mucho, pero ya es tiempo de volver a España. Es donde está nuestra residencia habitual, nuestra vida está aquí y cuando el Deportivo te llama, todo lo demás estuvo en segundo plano. La idea es hacerlo bien y reenganchar en el fútbol profesional, competir al máximo nivel«.
Antes de su fichaje, el Deportivo quiso evaluar el estado de forma de Miku, algo que asume con normalidad: «La humildad es un aspecto que nunca se debe perder. No llegué a Primera con 14 años. Jugué en Preferente, en Tercera, en Segunda B… y todo lo conseguí a base de esfuerzo. El año pasado tuve una lesión importante y el club quería cerciorarse de que estuviera en las condiciones idóneas para competir. No lo sentí como una ofensa. El club fue muy claro y directo, nosotros también. No había ningún problema y entendimos la situación».
De hecho, el delantero es el primero en reconocer que todavía está lejos de su mejor nivel: «Intentaré llegar lo más rápido posible. Ya me ocurrió cuando volví al Rayo tras estar en Qatar. Aquella vez fue con la temporada empezada, pero aquí ya llevo tres semanas trabajando. Hicimos el test de grasa y he bajado el porcentaje, he perdido peso y cada día me encuentro más fino. Y con mejores sensaciones en el campo, que es lo que cuenta. El toque, el pase, la relación con los compañeros… es fundamental para llegar en la mejor forma».
¿Qué le pide Fernando Vázquez a Miku?
Las pruebas siguen apuntando a que Fernando Vázquez apostará por ese 4-4-2 y Miku trata de amoldarse a esa idea: «Lo primero que me ha pedido es que me ponga en forma y evite lesiones. Por lo que estoy viendo habrá mucho trabajo defensivo, ser intensos y solidarios. Es importante saber la categoría en la que vamos a estar. Hay que trabajar mucho, ponerse el mono, porque el escudo se honra con trabajo. He jugado varios años ya en esta categoría y eso es una de las claves, porque la calidad la tenemos».