Diego Villares fue elegido por la afición como el mejor jugador de septiembre en el Deportivo y recibió el premio justo después de ser suplente con Óscar Cano: «Se sufre, sí. Hacía unos partidos que no me tocaba vivir desde el banquillo y no recordaba que se sufriera tanto. No estás, no puedes actuar. Se sufre más desde el banquillo que en el campo. Pero lo importante es ir cogiendo buenas sensaciones y el papel que me toque es secundario. Lo importante es sumar puntos».
También con el galardón, el de Vilalba pone el colectivo por delante: «Es un orgullo recibir este tipo de premios, es la afición el que te elige. Aunque siempre digo que lo principal es el colectivo».
Villares señaló los ajustes que va introduciendo Óscar Cano: «Que los laterales no vayan tan altos y estén más bajos en salida de balón, con los mediocentros más dentro. Más gente cerca de la pelota para que salga más limpia. También la posición de los extremos, que ahora parten más de fuera hacia adentro«.
Villares, la responsabilidad del cambio de entrenador y la liberación
Diego Villares también quiso asumir parte de responsabilidad en el cambio de entrenador: «Nunca es fácil porque eso quiere decir que como jugadores no hicimos del todo bien el trabajo. Pero lo fácil es cambiar el técnico. Tenemos parte de responsabilidad y no es fácil, porque te sientes culpable«.
También reconoce que estaba pesando no lograr la victoria: «Es cierto que no quieres verlo así, pero siempre afecta. No tanto en el día a día, pero si la dinámica cuando llegan los partidos. Tampoco ahora es que nos hayamos liberado del peso, porque este finde tenemos otra prueba. Pero los tres puntos ayudan a afrontar la semana un poco más tranquilos».