Dinamarca ya ha sacado su billete para los octavos de final. Un empate sin goles ante Francia bastó a los de Åge Hareide para seguir adelante. Tras derrotar a Perú y empatar con Australia, los daneses dieron por bueno el punto de hoy en Luzhnikí. El resultado les servía para ser segundos y a Francia para ser primera. Y eso se notó en el partido. Michael Krohn-Dehli no pudo estrenarse. Al centrocampista del Dépor se le sigue resistiendo su debut en una cita mundialista.
Ningún partido de los treinta y seis que se habían disputado hasta el día de hoy en el Mundial había concluido sin goles. Hasta que se disputó el Dinamarca-Francia. Con el 0-0, los dos combinados europeos terminaron con el récord. Y eso se reflejó también en el juego. Aburrido para el espectador, limitado en ocasiones, falto de competitividad durante buena parte del encuentro, pareció más un pacto de no agresión. Así lo escenifican los tres tiros a puerta de los galos y el único disparo entre los tres palos de los daneses.
En lo referente a Michael Krohn-Dehli, el deportivista volvió a verlo desde el banquillo. Con un rol perfectamente definido por su técnico en las semanas previas a conocer la convocatoria final, el centrocampista sigue sin debutar. Hareide ya había explicado que acudía a Rusia como recambio de Eriksen, por si a la gran estrella del combinado danés «le pasaba algo». Sin embargo, tres jornadas después, el futbolista del Tottenham está en perfectas condiciones, y Michael sigue esperando su oportunidad desde el banquillo.
Con la fase de grupos superada, Dinamarca volverá a jugar el próximo domingo a las 20:00 horas. Y lo hará contra el primer clasificado del grupo D que, si todo sigue su curso, será Croacia, una de las sensaciones de este mundial. Esta noche, por si acaso, lo sabrá con certeza.