Cuando termine la temporada será interesante echar cuentas para saber con exactitud la cantidad de puntos que le han costado al Dépor sus porteros este año. Porque contra el Valencia en Riazor el equipo vivió una situación que para nada le es desconocida este curso. Buen partido, compitiendo de tú a tú con uno de los grandes de La Liga… y trabajo echado por tierra por una cantada. Esta vez le tocó a Rubén coger el micro donde antes lo hicieron Pantilimon o Tyton. Da igual, la canción es siempre la misma.
Porque Cristóbal se la había jugado apostando por el tan demandado tridente. Y el plan no le estaba saliendo mal. Con Lucas, Adrián y Andone, el Dépor consiguió meter atrás a los de Marcelino, sobre todo en unos primeros minutos donde el balón parado dejó varios ‘uy’ en Riazor. La más clara fue un cabezazo de Borges al larguero.
El trivote también se las arreglaba para controlar más o menos bien a Parejo, que fue encontrando algo más de espacio con el paso de los minutos. Dominaron ahí los che, con varios disparos de un Guedes que sigue justificando todas las miradas que le llegan de los millonarios del continente. Rubén le sacó un centro chut desde el pico del área que se colaba por la escuadra y un cañonazo suyo pasó rozando el travesaño.
Los de Cristóbal pasaron entonces al contraataque. Obviamente con menos fluidez y más verticalidad por sus tres delanteros, a punto estuvo de adelantarse con otro cabezazo de Borges que no cogió portería. Sí lo hizo el remate de Guedes, para desgracia de Rubén. El de Coristanco falló y es el gran responsable, pero el balón le había llegado al portugués tras otra desconexión de Guilherme y Sidnei, que dejaron a Santi Mina darse la vuelta en tres cuartos y plantarse en la frontal como quién se cuela en su cocina.
Y otra vez a remar. El equipo se serenó tras el descanso y volvió a la carga. Cristóbal arriesgó todavía más dando entrada a Çolak por Borges. De nuevo metió atrás al Valencia y Mosquera y Guilherme tuvieron otras dos buenas ocasiones para marcar, pero el punto de mira seguía desviado.
Fue entonces, con el rival ya resignado a sufrir, cuando llegó el segundo acto el esperpento blanquiazul. Que no tiene fin. Mosquera dio un mal pase que Albentosa salvó de milagro. Pero incomprensiblemente el central valenciano se durmió y Mina le robó la cartera. El balón le llegó a Rodrigo, cuyo disparo, para terminar la función, tocó en Mosquera despistando a Rubén.
Ni intensidad, ni equilibrio, es imposible que un equipo se levante después de conceder dos regalos de tremendo calibre. Y eso que el Dépor lo siguió intentando, demostrando que el ataque no es su problema. A trancas y barrancas Andone consiguió acortar distancias a base de empuje y ya en el descuento Adrián tuvo un mano a mano con Neto. El asturiano, que terminó hundido, la mandó a la grada para dejar al equipo en el profundo hoyo que ellos mismos habían cavado.
FICHA TÉCNICA:
RC Deportivo: Rubén; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Luisinho; Mosquera (Valverde, min.75), Guilherme, Borges (Çolak, min.52); Lucas Pérez, Andone, Adrián.
Valencia CF: Neto; Vezo, Paulista, Garay, Gaya; Maksimovic, Parejo, Coquelin (Montoya, min.83), Guedes; Rodrigo (Zaza, min.80), Mina (Vietto, min.73).
Goles: 0-1: Guedes, min.37. 0-2: Rodrigo, min.64. 1-2: Andone, min.88
Árbitro: Alberola Rojas. Amonestó con tarjeta amarilla a Mosquera en el Dépor y a Parejo en el Valencia.
Incidencias: Estadio de Riazor. Partido de la jornada 19 de Primera División. Antes del encuentro, el club homenajeó a Dani Mallo en privado con un obsequio blanquiazul.