El Dépor visita el Cerro del Espino con la intención de lograr un triunfo que le permita seguir en las posiciones de ascenso directo y recuperar sensaciones lejos de Riazor. El equipo blanquiazul ha logrado once puntos en los ocho encuentros que ha disputado fuera de casa, pero hay que remontarse hasta finales de septiembre para encontrar su último triunfo.
Una derrota, dos victorias y cinco empates es el balance de un equipo que intenta imponer su idea de juego lejos de casa pero al que le cuesta dominar y generar ocasiones, tal y como han reconocido varios jugadores a lo largo de esta semana ante los medios de comunicación. De hecho, Natxo González mostró su enfado tras el empate ante el Almería. Por ello, el partido ante el Rayo Majadahonda se presenta como el lugar ideal para tratar de reencontrarse con la victoria.
Después de arrancar la liga con tres partidos seguidos fuera de casa, los cinco puntos logrados dejaron sensaciones positivas en un equipo que estaba en construcción. Luego llegó el descalabro de Alcorcón, y a partir de ahí la imagen y los resultados mejoraron. Tras la victoria en Tarragona, el Dépor ha encadenado tres empates consecutivos. El equipo quiere más y aunque los números no son malos, cuerpo técnico y plantilla quieren dar un paso adelante en este tramo de campeonato.
El Dépor visita ahora a un Rayo Majadahonda que regresa a su estadio tras el exilio en el Wanda Metropolitano. El equipo que dirige Antonio Iriondo logró cuatro triunfos en lo que va de temporada en el campo del Atlético de Madrid. Este domingo estrena el terreno de juego en el que cimentó su ascenso al fútbol profesional la temporada pasada. El Dépor buscará una victoria que se la ha resistido los dos últimos meses de competición.