El sábado, el Deportivo recibió en Riazor al Leganés con la clara intención de conseguir una victoria y mejorar su juego. Logró ambas cosas y, además, dejó su portería a cero por primera vez desde hace casi dos meses.
Ante el conjunto madrileño, Cristóbal Parralo dispuso una defensa formada por Juanfran y Fernando Navarro en los costados y Schär y Sidnei en el centro de la zaga, pareja de centrales ya afianzada en la alineación deportivista. Por delante, permanecieron en el once los habituales Guilherme y Borges, mientras que Valverde vio el encuentro desde el banquillo en la vuelta de Çolak a la titularidad. Con este esquema, en el que el futbolista turco y Carles Gil se encargaron de mantener y distribuir el esférico, el Deportivo sumó su tercer partido sin encajar en lo que va de temporada, tras 17 partidos. En la parcela defensiva, la línea de atrás se mostró contundente al corte y evitó complicarse demasiado, eludiendo errores o despistes que en anteriores encuentros supusieron algún gol en contra para el cuadro coruñés. Los cuatro zagueros completaron un buen choque en defensa, el mejor en lo que va de campeonato.
Otra de las claves fue la posesión del balón. Carles Gil, Çolak, Guilherme y Borges fueron quienes más tiempo estuvieron en contacto con la bola en campo contrario, haciendo circular el esférico. Con el cuero dominado por los locales, los de Garitano tuvieron pocas oportunidades para elaborar jugadas, en las cuales se mostraron demasiado planos y sin ideas, gracias en parte al buen posicionamiento del Deportivo sobre el césped.
Los jugadores más adelantados también influyeron en la dificultad que tuvo el Leganés a la hora de salir cómodo con el balón desde atrás. Tanto Adrián como Lucas, así como la línea de mediocentros, se encargaron de presionar al rival en cuanto recuperaba el balón, llegando a verse a numerosos hombres en campo contrario tratando de cubrir las posibles alternativas que tuviera el jugador pepinero con el esférico en los pies. Precisamente de esta presión surgió el primer y único tanto del partido. Con la defensa visitante tratando de jugar a la altura de la línea del área, los herculinos acumulaban hasta seis jugadores en el último tercio final del campo, provocando el error en el pase y, a la postre, el tanto de Adrián.
Todo ello ayudó a que el Deportivo consiguiera mantener su portería a cero, maniatando al Leganés, quien tenía la posibilidad de dormir en posiciones europeas si conseguía sacar algo positivo del feudo herculino. Un gran trabajo de equipo que se tradujo en la ausencia de ocasiones en el área defendida por Rubén Martínez, ningún tiro a puerta y acercamientos contados. Unos datos que mejoran la actuación del equipo en defensa hasta el día de hoy, concediendo casi 5 tiros de media por partido y varias ocasiones, sumando ya 27 goles en contra en la Liga.
Tras su buen partido ante el Leganés, el Deportivo visitará al Barcelona y posteriormente recibirá al Celta de Vigo. Dos partidos muy exigentes, al igual que los siguientes ya en 2018, en los que la capacidad defensiva del equipo volverá a estar a prueba.