Todos daban por hecho que el descenso del Deportivo iba a traer una profunda remodelación de la plantilla. Se esperaban muchos cambios en la portería y la delantera, donde apenas quedarán un par de integrantes de la pasada temporada, pero tras la salida de Emre Çolak, Carmelo del Pozo tendrá que rehacer también la mediapunta. Aunque sin continuidad, el turco ha sido el faro al que todos los entrenadores deportivistas han recurrido cuando querían fútbol, un recurso que ahora mismo también falta en la plantilla.
Porque sin Çolak, sin Adrián, el elegido en el último tramo para ejercer como enganche, y también tras el regreso de Bakkali al Valencia, el Deportivo se queda sin efectivos en la zona de tres cuartos. Está Fede Cartabia, llamado en principio a ser uno de los jugadores importantes en Segunda, pero que siempre se ha caracterizado más por ser un buen solista que un adecuado director de orquesta.
Y el otro candidato es Carles Gil, aunque ni su futuro, ni su posición en el campo parecen estar claros. El Dépor tiene que comprarlo obligatoriamente a pesar del descenso, pero está por ver si la dirección deportiva considera oportuno mantener su salario en la categoría de plata. Si finalmente se queda, el valenciano podría asumir ese rol de mediapunta, papel que mejor le sienta, según él mismo ha apuntado en más de una ocasión, pero que pocas veces ha tenido la oportunidad de desarrollar.
Tanto Carles Gil como Fede Cartabia pasaron por el quirófano la pasada temporada por problemas de pubis
Tanto Cartabia como Gil, además, parten con importantes dudas sobre su estado físico. Ambos han pasado por el quirófano esta temporada para tratar problemas en el pubis y es difícil saber si la recuperación ha sido total. A Carles se le notó falto de chispa cuando regresó y con Seedorf no tuvo opciones, mientras que el argentino se pasó los últimos meses del curso arrastrando continuas lesiones musculares.
A falta de saber todavía cómo quiere jugar Natxo González, próximo técnico, lo que sí está claro es que el Deportivo incorporará, al menos, tres futbolistas para esa zona del terreno de juego. Teniendo en cuenta esa circunstancia, lo normal sería apostar a que el jugador encargado de poner la luz al ataque blanquiazul la próxima temporada no forma parte todavía de la plantilla.