El próximo rival del Deportivo, el Athletic de Bilbao, no está cumpliendo con las expectativas generadas a principio de temporada. El proyecto de José Ziganda no ha terminado de cuajar y el conjunto vizcaíno transita por la zona media de la tabla, a una distancia considerable —ocho puntos— de los puestos de acceso a Europa League. Además, su bajo rendimiento se ha acentuado en San Mamés, pues el Athletic es actualmente el quinto peor local de Primera División.
Este dato resulta sorprendente, ya que el feudo bilbaíno siempre se ha caracterizado por ser un estadio difícil de conquistar, tanto antes como después de la construcción del nuevo San Mamés. De hecho, desde que el Athletic estrenó su hogar actual, en la temporada 2013-14, nunca había firmado unos guarismos tan bajos como local. Estos se explican principalmente por la gran cantidad de empates concedidos (ocho), fruto de una llamativa incapacidad para marcar goles en casa. Con catorce tantos anotados, el Athletic es el penúltimo equipo de la competición en este apartado, solo por encima del Málaga. No obstante, el conjunto de José Ziganda se ha mostrado férreo en su estadio, pues apenas ha encajado nueve goles, siendo el tercer equipo más sólido como local.
El Deportivo, sin puntería a domicilio
Las dificultades del Athletic para marcar goles en San Mamés confluyen con los problemas del Deportivo para hacer lo propio lejos de Riazor. El equipo herculino es el segundo peor visitante, con una victoria, tres empates y once derrotas, y la llegada de Clarence Seedorf ha traído consigo una sequía absoluta a domicilio. Los cuatro partidos dirigidos por el técnico holandés lejos de A Coruña se han saldado con sendas derrotas, siete goles en contra y ninguno a favor. De este modo, para encontrar el último gol del Deportivo lejos de su estadio hay que trasladarse a la visita al Bernabéu, el 21 de enero, todavía con Cristóbal Parralo en el banquillo.