Si Óscar Gilsanz, entrenador del Juvenil A del Deportivo, se imaginó en los días previos el partido perfecto para los suyos ante el Celta, lo que pasó finalmente el domingo tuvo que parecerse mucho. Con el liderato del subgrupo en juego, Abegondo acogió el derbi de División de Honor con más de un centenar de personas en las gradas y la sensación de partido grande. El duelo, sin ser brillante, no defraudó y se quedó en casa (2-0). Además, el resultado permite al Dépor acariciar el título de subgrupo: tiene que sumar cuatro puntos entre sus visitas a Choco (aplazado) y Ural (última jornada).
Con el ‘refuerzo’ de Trilli (2003), ya habitual en el Fabril, y el regreso a la titularidad de David Mella (2005) por primera vez desde su lesión, Gilsanz apostó por un 4-2-3-1 en el que cedió la iniciativa al Celta y se preparó para contraatacar. Por su parte, los de Jorge Cuesta salieron con su 4-3-3 de siempre y mostraron una gran puesta en escena, con una rápida circulación de pelota en los primeros minutos y un intercambio de posiciones continuo en ataque que parecía intimidante pero duró poco.
Dépor: Brais; Kike Teijo, Clouston, Barcia, Trilli; Brais Val, Mario (Raúl, min. 78); Víctor, Nájera, Mella (Padín, min. ; y Noel (Do Carmo, min. 78).
Celta: César; Currás (Penela, min. 79), Gael, Santi, Martín; Damián (Yoel, min. 55), Sotelo (Prol, min. 72), Cantero (Pereira, min. 55); Jesús (Facu, min. 55), Hugo Álvarez y Fran.
Goles: 1-0, Nájera, min. 47. 2-0, Nájera, min. 70.
La amenaza de Mella y Noel con espacios
A los tres minutos de partido, una gran jugada de Noel (2003) por la izquierda –el delantero estuvo brillante siempre que se alejó del área– supuso la primera ocasión clara para David Mella, que se encontró con el portero César (2004). Con el Celta dominando la posesión, los espacios a la espalda de la línea defensiva viguesa eran enormes y cada arrancada del delantero o el extremo izquierdo local suponían una seria amenaza. Mención especial merece Mella, el más joven del campo con diferencia. Nacido en 2005 y todavía en edad cadete, el santiagués superó con frecuencia a su par, tres años mayor que él: José Curras, cullerdense y juvenil de último año (2002).
Un posible penalti por agarrón sobre Mella cuando se plantaba ante el portero, un remate forzado de Víctor Guerra (2002) tras otra gran jugada de Noel por banda y una acción elaborada desde atrás que no pudo finalizar Nájera (2003) fueron las ocasiones más claras de un primer tiempo que terminó 0-0 y con apenas dos disparos sin peligro del Celta.
La pegada de Mario Nájera
Después de haber cuajado ya una buena primera mitad trabajando junto a Noel en la presión y apareciendo bien entre líneas para conducir los ataques blanquiazules, Mario Nájera demostró en el segundo tiempo su mejor virtud: el gol. Extremo diestro o segundo punta, posición que desarrolló en el derbi, el riojano es un atacante que finaliza bien con las dos piernas y sobre todo posee un gran olfato para moverse cerca del área. Y así fue capaz de anotar los dos goles que tumbaron al Celta. Justo a la vuelta de los vestuarios, apareció en el segundo palo para enviar a la red un saque de esquina que se había paseado por el área sin que nadie lo despejara. En el minuto 70, sentenció definiendo con tranquilidad ante César después de un gran robo en campo contrario entre Brais Val (2002) y Noel y un buen pase de Víctor.
Goleadores del Juvenil A:
11 goles: Nájera
8 goles: Noel
6 goles: Yeremay y Do Carmo
3 goles: Barcia, Padín y Urdiales
1 gol: Mario, Canales, Raúl, Jairo, Vituco y Fito
Sobresaliente trabajo de Brais Val
Más allá del robo decisivo en la jugada del 2-0, Brais Val volvió a ser el gran líder de su equipo desde el centro del campo, en el que esta vez estuvo acompañado por el capitán Mario (2002). El vigués, llegado este verano desde el Valencia y con pasado en el Celta, es un mediocentro de perfil posicional que destaca en labores defensivas y acostumbra a participar en la salida de balón, aunque contra el Celta tuvo poco peso en este apartado. Ante la presión elevada del Celta, el Dépor buscó salir principalmente por los laterales -Teijo y Trilli- o con golpeos en largo del portero Brais, pero eso no evitó que Val firmase un partido notable. Ordenando constantemente a sus compañeros, dirigió la presión y cortó una infinidad de balones para frenar la circulación del Celta, hasta el punto de que el técnico visitante terminó sustituyendo a todos sus centrocampistas -Damián, Sotelo y Cantero-.