La coincidencia del anuncio de la llegada de Gaizka Garitano como nuevo entrenador del Deportivo con la del regreso de Bruno Gama al conjunto coruñés, dificultó en cierto modo que el entorno blanquiazul pudiese asimilar estas dos noticias en su justa medida. Es por ello que merece la pena recordar la anterior etapa del centrocampista portugués como herculino.
Bruno Gama aterrizó en A Coruña procedente del Río Ave, y con el club coruñés recién descendido a la Liga Adelante tras 20 temporadas en la máxima categoría del fútbol español. Debido a una lesión, no pudo debutar hasta la jornada 12 ante el Murcia, y no se hizo con la titularidad hasta la 16 ante el Almería. A partir de entonces, nadie fue capaz de arrebatarle el puesto, y finalizó la campaña con un total de siete goles. Además, hizo gala de su buena conducción de balón, de su capacidad de desborde y de su buen golpeo con las dos piernas.
En la temporada siguiente, la 2012-2013, con el Deportivo en Primera División el interior no bajó su nivel ni notó el cambio de categoría, a pesar de que su buen rendimiento fue insuficiente para que los coruñeses lograsen la salvación. El luso hizo seis goles y dio cinco asistencias, y su gran año no pasó desapercibido para otros clubes.
Ante esa situación, y tras un verano de largas negociaciones, con la pérdida de categoría y con Fernando Vázquez al frente del nuevo proyecto en la Liga Adelante, el diestro participó en el duelo inicial ante Las Palmas que supuso la victoria por 0-1 de los gallegos. Tras finalizar el encuentro, se despidió de sus compañeros y firmó por el Dnipro ucraniano. Tres campeonatos después, Bruno Alexandre Vilela Gama está de vuelta en Riazor, y la grada tendrá la oportunidad de disfrutar de un ‘puro’ interior en la banda derecha.