Ha sido el único equipo capaz de ganar, hasta el momento, en Riazor. Aquella gesta pareció dar alas a un San Fernando que en la jornada 6 y tras destituir ya a Nacho Castro tras el cuarto partido, parecía que podía empezar a mirar hacia arriba con Salva Ballesta. El técnico zaragozano había debutado en el banquillo isleño una semana antes y con cuatro puntos de seis posibles, machada incluida en A Coruña, navegaba en el optimismo.
El cuadro gaditano fue capaz de hacer un ejercicio de resistencia estoico en la ciudad herculina. Marcó en un balón largo gracias a un jugadón de su ‘diablo’ Gabri. Y desde entonces, radicalizó su plan de defensa. Algo a lo que le condujo también la expulsión de Biabiany antes del minuto 60.
Parando extremadamente el juego, sí. Pero protegiendo muy bien su área a nivel colectivo e individual y con un meta Perales que estuvo mayúsculo, el San Fernando sacó tres puntos de oro de Riazor ante un Deportivo que no terminaba de encontrarse. «Yo compito fútbol», expresó Ballesta al término del encuentro para justificar las grandes pérdidas de tiempo de un bloque que, con sus armas, logró su objetivo y se llevó un maravilloso botín.
Pero la competitividad se le acabó bien pronto al bloque gaditano. A la siguiente semana venció 1-0 a la Balona Linense y siguió tirando para arriba. Se colocó décimo, a tan solo un punto del propio Deportivo, que era quinto en el momento de la destitución de Borja Jiménez. Pero el efecto revulsivo tocó a su fin. Empate en Salamanca (1-1) y dos derrotas consecutivas ante el Mérida (1-2) y en Pontevedra (2-1) pese a su buen partido. El San Fernando debía reaccionar y lo logró venciendo al Fuenlabrada (3-0) el 6 de noviembre. Aquel fue el último triunfo de Salva Ballesta y el principio del fin.
Cuatro entrenadores en seis meses en el San Fernando
Porque desde aquella victoria, el San Fernando no había vuelto a ganar hasta la pasada semana. Tal fue su racha que pasó de estar noveno en la undécima jornada a penúltimo al final de la primera vuelta. Por el medio, la segunda destitución del curso. El crédito de Salva Ballesta se acababa tras ser capaz de lograr tan solo un punto en sus últimos 5 partidos.
Ya se acercaban las Navidades y después de caer 0-2 en el derbi ante el Algeciras, los responsables del club terminaron con la etapa del preparador de Zaragoza, que se fue de la entidad con un balance de 3 triunfos, 3 empates y 6 derrotas. Para suistituirlo en el último duelo del año 2022, el club optó por colocar de manera interina a Pedro Ríos, secretario técnico. El choque acabó en empate en Talavera (0-0) y ya en el parón, se convenció a Pablo Alfaro.
De este modo, el también zaragozano es el cuarto nombre que ejerce como técnico en el club en tan solo seis meses. El San Fernando bate el récord en este sentido en Primera Federación. Y aunque la llegada de Alfaro pareció no ejercer de revulsivo, pues el equipo perdió sus dos primeros encuentros, la victoria del pasado domingo en Mérida puede haber cambiado la dirección del viento para el club cañailla. Ese que ostenta el honor de ser el único en dejar vacío al Dépor en Riazor, aunque luego aquel triunfo le sirviese de más bien poco.