Mal compañero de viaje se ha buscado el Deportivo de la Coruña para tratar de certificar su permanencia en la Primera División. Un Real Madrid herido tras la dolorosa derrota del pasado domingo ante el FC Barcelona, puede resultar doblemente peligroso para las aspiraciones de los gallegos de escapar de una vez por todas de los fantasmas del descenso.
Los blancos llegan a Riazor tras haber perdido el liderato y si bien es cierto que tienen un partido menos que sus rivales, no pueden permitirse otros tropiezos si no quieren ver cómo se les escapan sus posibilidades de conquistar este campeonato.
La derrota de los madridistas en el Santiago Bernabéu no ha sido una buena noticia para los coruñeses. Una victoria de los blancos les habría dejado en una posición inmejorable para hacerse con el título, algo que sin duda hubiera abierto de par en par la puerta a las rotaciones en la plantilla de Zizou por lo apretado de su calendario y el importante compromiso que se le viene encima el próximo martes 2 de mayo ante el Atlético de Madrid, en el que tienen en juego nada menos que acceder a la final de la Champions League.
De cualquier modo, es más que probable que ante el Dépor Zinedine Zidane dé entrada a alguno de los menos habituales en sus alineaciones. No hay que olvidar que los blancos se están jugando prácticamente la temporada con 5 partidos de la máxima exigencia (con una prorroga incluida) en tan solo 14 días. Lo que es indudable es que en Coruña el Madrid saldrá con el cuchillo entre los dientes para no tirar por la borda el trabajo de toda una temporada en el campeonato doméstico.
En cualquier caso, la presencia de esos jugadores en las filas merengues tampoco invita a un optimismo desmedido, ya que el banquillo de los blancos es de tanta calidad que los teóricos suplentes portan en sus camisetas nombres de tanto peso como Isco, James, Morata, Asensio, Kovacic y compañía.
Y es que basta ver las cuotas de apuestas de BetStars para comprender que el Real Madrid es claramente favorito para este partido y que todo lo que no sea una victoria blanca sería una sorpresa.
Parece que atrás quedaron ya aquellos tiempos en que Riazor se había convertido en un fortín infranqueable para los merengues en sus visitas a tierras gallegas. Tras casi dos décadas sin conocer la victoria, los blancos pusieron fin a una racha maldita en este estadio en 2010 con aquel famoso taconazo de Guti. Desde entonces no han vuelto a encajar una derrota e incluso en 2014 firmaban un 2-8 ante el Dépor que se convertía en su mayor goleada fuera de casa. La pasada temporada el Real Madrid se apuntaba un 0-2 en la última jornada del campeonato y por fin Zizou lograba partir con una victoria de Riazor, algo que jamás pudo conseguir como jugador blanco.
Genialidad de Guti en 2010
Por otro lado, el juego mostrado en las últimas fechas por los pupilos de Pepe Mel tampoco invita ni mucho menos a la euforia de cara al enfrentamiento del miércoles con los madridistas. La crónica del pasado encuentro en San Sebastián no ha hecho otra cosa que confirmar la apatía de un equipo que roza la salvación y juega como si no tuviera ningún objetivo en mente. Lo mejor de todo fue sin duda el resultado, demasiado benévolo para los méritos del equipo coruñés.
Si hay algo positivo para el Dépor en estas últimas semanas, no es otra cosa que la incapacidad para sumar puntos de sus rivales en la lucha por el descenso. A excepción del colista Osasuna que (demasiado tarde) ha logrado 7 puntos de los últimos 12 posibles, sus acompañantes de la zona roja, Granada y Sporting de Gijón, solo han conseguido un punto en las mismas jornadas. Eso sin mencionar al Leganés, que parece empeñado en jugar a la ruleta rusa y encadena 3 empates y 4 derrotas consecutivas en sus últimos siete encuentros.
Lo dicho, pese a la desidia que en ocasiones muestran los blanquiazules a falta de 15 puntos por jugar, parece que sus rivales casi le garantizan la permanencia. Pero ojo con confiarse.