Puede hasta doler si tenemos en cuenta cómo se llegaba a aquel encuentro y como se llegará al de este domingo, pero ‘En tal partido como hoy…’ no hemos podido resistirnos a recordar uno de los Deportivo vs Zaragoza más icónicos que ha vivido Riazor. Fue en la jornada 36 de la 99-00, con el conjunto blanquiazul acariciando el título de Liga, en una tarde en la que Djalminha fue el gran protagonista. Como héroe y como villano.
Dirigido por Txetxu Rojo, el equipo maño llegaba a A Coruña todavía con la esperanza de meter la cabeza en el sprint final por el campeonato. El mano a mano entre Dépor y Barça hace que muchos se olviden a menudo, pero aquel Zaragoza tuvo opción de ganar la Liga hasta la última jornada. Milosevic y Juanele eran sus grandes argumentos.
Fue precisamente el delantero asturiano el que abrió el marcador, aprovechando un rechace tras un fallo de Kouba. Los de Irureta jugaban con red porque el Barcelona había perdido ya ese fin de semana, pero en Riazor nadie quería dejar los deberes para la última jornada y revivir los viejos fantasmas del penalti de Djukic. La puntería que le faltó en la primera parte la tuvo después del descanso. Makaay empató cabeceando a la red un espectacular centro de Fran.
Y entonces aparecieron las dos caras del genio brasileño. ‘Djalma’ se inventó una pared con el Turu en la frontal para batir a Juanmi con un disparo seco que desató la locura. En las gradas y sobre el césped, con el carioca quitándose la camiseta y viendo la segunda amarilla cuando todavía quedaban más de 10 minutos de partido.
El Zaragoza aprovechó la superioridad numérica e igualó el encuentro, metiendo el miedo en el cuerpo a la parroquia deportivista y retrasando un alirón que, afortunadamente, en esta temporada sí terminó produciéndose dos partidos después ante el Espanyol.