El Deportivo sufrió un duro varapalo el miércoles. No sólo por su derrota en La Rosaleda y el posterior cabreo con el árbitro López Toca, que acabó con otra sanción para Fernando Vázquez, sino también por las victorias de Oviedo y Lugo, rivales directos que hacían que el colchón de cuatro puntos con el descenso se redujese. Ese factor no mejoró el jueves, pero, al menos, la derrota del Numancia y el empate del Albacete permitieron amortiguar el golpe y acortar también la distancia con la meta: la permanencia.
Porque sí, la diferencia con el Lugo, que marca ahora la zona caliente, es de tres puntos cuando antes de comenzar la jornada el Dépor tenía esos puestos a cuatro. Pero también es cierto que, al quedar una jornada menos, la puntuación máxima a la que podía llegar el descenso era de 55 puntos y ahora es de 54 (el Lugo tiene 45 y quedan 9 por disputarse). Es decir, el Dépor está a una distancia de 7 puntos, que se irá reduciendo tanto con los que sume el propio equipo blanquiazul, como con los se dejen de sumar sus rivales.
¿Puede el Deportivo lograr la permanencia el domingo?
No de forma matemática. En el mejor escenario posible, que sería un triunfo del Deportivo ante el Extremadura, una derrota del Lugo en casa ante el Girona y que el Numancia no ganase a la Ponferradina, el conjunto coruñés se iría a los 51 puntos y ni lucenses ni sorianos superarían los 45. Seis de distancia con seis en juego. Pero no sería definitivo porque el golaverage particular está empatado con los vecinos y el general, aunque se ha reducido, va en contra del Dépor (-13 por -16). Estos resultados supondrían, de todas formas, la salvación virtual, ya que a los de Fernando Vázquez les bastaría un punto en las dos jornadas que quedarán o todo lo que no fuera un pleno de Lugo y Numancia en sus últimos partidos.