Según el último comunicado de la Agencia EFE, la Fiscalía no citará a declarar ante el juez al testigo protegido G303, en el marco de la investigación de las causas de la muerte del hincha de los Riazor Blues, Francisco Javier Romero “Jimmy”, al entender que existe “un peligro manifiesto para su vida y su integridad física”.
El fiscal del caso ha comunicado que “no es pertinente en este momento que el testigo declare nuevamente ante el juzgado de instrucción” debido a que “existe un peligro manifiesto para su vida y su integridad física” a raíz de los hechos ocurridos el pasado 22 de enero, previamente a su declaración en el juicio de menores.
El testigo recibió amenazas aquel día a través de mensajes de WhatsApp y en su lugar de trabajo por parte de dos personas que actualmente se encuentran en prisión provisional por estos hechos, por los que la fiscalía pide tres años de cárcel para cada una de ellas por un delito de obstrucción a la justicia. Ante esta situación, el fiscal solicitará que se incorporen a la causa los testimonios que fueron prestados por el testigo protegido en el juicio celebrado con anterioridad, el 25 de enero en el Juzgado de Menores Número 4. El mismo fiscal solicitó hace meses que se citara a declarar nuevamente al testigo, pero ha cambiado de opinión al apreciar un riesgo manifiesto para su vida.
Se considera que en su declaración anterior se reunieron todas las garantías y condiciones necesarias para que pueda considerarse adecuada a la hora de incorporarla a la causa actual. Dicho testimonio fue clave para condenar a Álvaro C.G., apodado Kit-Kat, líder de las juventudes de los ultras del Atlético de Madrid y principal y único condenado por la muerte de Jimmy. En su declaración en el juicio de menores, el testigo apuntó también a otras tres personas más como autores de la muerte de Jimmy: dos de los cuatro ultras del Frente Atlético que fueron excarcelados por el juez del Número 20 y otro hincha que fue detenido por la Policía y ahora está imputado en la causa principal.