La estancia de Florin Andone en el Deportivo ha llegado a su fin. El delantero rumano, nuevo jugador del Brighton, abandona A Coruña tras dos años en los que su rendimiento ha oscilado entre breves períodos de productividad y etapas —algo más largas— de ineficacia de cara a portería. Deja un bagaje de 66 partidos y 18 goles anotados con la camiseta blanquiazul.
Los caminos del Dépor y Andone se unieron en verano de 2016, después de la que ha sido, hasta el momento, la mejor temporada de su trayectoria deportiva. Los 21 tantos marcados con el Córdoba en la 2015-16 despertaron el interés del Deportivo, que confió en él y le dio una oportunidad en Primera División.
Su primera campaña en A Coruña fue notable en términos globales, aunque con algunos períodos de irregularidad. Tras la marcha de Lucas Pérez en la recta final del mercado, Gaizka Garitano le dio galones al rumano, que fue titular indiscutible bajo las órdenes del técnico bilbaíno. Le costó marcar su primer tanto con el Dépor, pero una vez se quitó la presión de encima respondió bien: entre la jornada 11 y la 16 anotó seis tantos que contribuyeron a alejar a los coruñeses de los puestos de descenso. Luego emergieron de nuevo sus carencias en la definición, pero un buen tramo final —con el equipo ya salvado— le permitió acabar la temporada con doce tantos y máximo goleador del equipo.
Este año, la versión de Andone, al igual que la de prácticamente todos los miembros de la plantilla herculina, fue sensiblemente inferior. Del mismo modo que la voluntad y el tesón del rumano han mantenido niveles constantes, su eficacia en el remate ha sufrido notorios altibajos. Además, la inestabilidad en la que se ha visto inmerso el Dépor acentuó el poco acierto del exfutbolista del Córdoba, que finalizó el año con solo seis goles marcados. De hecho, su último tanto con la camiseta del Deportivo data del 27 de enero, en el empate ante el Levante.
Su marcha del Dépor deja un sabor áspero, principalmente porque la sensación de evolución que experimentó el primer año se ha visto menoscabada por la temporada actual. Andone aterrizó en A Coruña con 23 años y con unos guarismos que auguraban una trayectoria ascendente que, finalmente, no ha sido tal. La responsabilidad, probablemente, está repartida entre el bajo rendimiento del jugador y el poco propicio ambiente del club. Además, la oportunidad perdida de haberlo vendido por 16 millones de euros —cantidad ofrecida el verano pasado por el propio Brighton— amplía la decepción del ámbito deportivo al económico.