Gaël Kakuta sólo tiene 25 años, pero pronto se cumplirán diez de su fichaje por el Chelsea, tras descollar en la cantera del Lens. Llega al Dépor con ganas de reivindicarse, tras pasar de manera fugaz por muchas de las mejores ligas europeas. Francia, Inglaterra, Italia, Holanda y España han acogido a un futbolista que prometía mucho, pero al que siempre le ha faltado algo para explotar definitivamente. Apuntaba al cielo cuando en 2010 fue elegido mejor jugador del Europeo sub19, asiduo como fue en las inferiores de la selección francesa durante toda su adolescencia.
Carlo Ancelotti dijo durante su etapa en el Chelsea, que “Kakuta es el futuro del club”. Una afirmación tan profunda obliga a detenerse un poco en la carrera de este atacante francés, cuyo fichaje estuvo a punto de acarrear graves sanciones al club londinense. Kakuta sufrió en momentos importantes lesiones que siempre frenaron su progresión. La presión de pertenecer a uno de los equipos más poderosos del mundo, con el que debutó en la Premier League con apenas 18 años, obligó a Gaël a hacerse un hueco a través de cesiones que no siempre resultaron efectivas.
Su protagonismo fue más que escaso en Fulham y Bolton Wanderers (2011); le fue mejor en la segunda mitad del curso 2011/12 en el Dijon de la Ligue 1 francesa (marcó 5 goles en 16 partidos). En la Eredivisie, militando en el Vitesse, su rendimiento tuvo picos altos y bajos entre 2012 y 2014, sin llegar a alcanzar el nivel que se esperaba de él en Arnhem. Probó suerte en la Lazio, pero sólo defendió la camiseta del club romano en dos ocasiones. Con 23 recién cumplidos, Kakuta aterrizó en Vallecas con cierto aroma a juguete roto.
Pero encontró su mejor versión precisamente en el Rayo, un club tan singular como especial para Kakuta. Allí completó una temporada en la que logró cinco goles y repartió siete asistencias. Jesús Ruiz, uno de los periodistas que mejor conoce la actualidad del conjunto franjirrojo y comentarista de Radio Marca, asegura que es “un jugador muy inteligente sobre el terreno de juego. Maneja las dos piernas, tiene regate y desborde. En el Rayo empezó jugando en la banda pero caía mucho hacia el centro. Había tramos de partido en los que se convertía casi en mediapunta. Quizás su gran hándicap sea la cabeza, porque es un futbolista que necesita sentirse enchufado. Eso fue lo que hizo Paco Jémez con él. Le dio galones y vimos al mejor Kakuta posible”.
Carlos Sánchez Blas, periodista de Onda Madrid, cree “que el Dépor acierta plenamente con su fichaje. Esa temporada en el Rayo fue el jugador más utilizado por Paco. Tiene una velocidad asombrosa y en banda es un jugador muy útil. Centra muy bien y quizás lo único que le falta es tener más colmillo de cara a gol”.
En el aspecto personal, Jesús Ruiz nos confiesa que “Gaël es un chico muy tímido. Para mí es clave que reciba cariño y confianza porque eso fue lo que se encontró en Vallecas. Es muy profesional y siempre está rodeado de su mujer y su hijo. Como anécdota puedo contar que siempre se desplaza en taxi porque al menos en su época aquí en Madrid no conducía y siempre tenían que estar avisando taxis desde el club”.
Esa buena temporada le valió el pase al Sevilla, pero allí, a las órdenes de Unai Emery, una lesión al poco de llegar terminó por dificultar en exceso su adaptación; y en el mercado invernal se marchó a China. En Asia no tuvo ese respaldo que quienes le conocen dicen que necesita y fue uno más, con luces y sombras, en un Hebei Fortune irregular. Ahora llega a un Deportivo que necesita jugadores de banda. Si Kakuta se reencuentra en A Coruña con la versión que ofreció en Vallecas, Riazor disfrutará con las carreras de este buen extremo.