El Deportivo no se llevó la Copa del Rey ante el Real Madrid por casualidad. Los de Irureta consiguieron doblegar al equipo de Vicente del Bosque, que tenía a futbolistas de la talla de Raúl, Figo, Makelele, Roberto Carlos o Zidane. El que fuera lateral del conjunto herculino, Héctor Berenguel, repasó con nosotros las claves del Centenariazo.
Y es que todo estaba preparado en Madrid para que el cumpleaños número 100 de los blancos fuese una fiesta por todo lo alto. Conciertos con varios concursantes de Operación Triunfo, Café Quijano y hasta Cruz y Raya. Pero todo esto no amilanó a los gallegos, que llegaban terceros en la clasificación.
«El ambiente era optimista respecto al partido porque entre otras cosas nos lo tomamos como una partido más y se preparó muy parecido a los demás (sabiendo que era una final y un título). Estábamos en un momento muy bueno de la temporada y por eso éramos optimistas respecto al partido. En el vestuario había buenas caras y ganas de que empezara pronto«, recuerda Héctor.
De hecho, los coruñeses sacaron los dientes en una tangana provocada por Sergio con Scaloni y Mauro Silva. Esa fue una de las claves. «En la tangana se ganó media final, el carácter y es muy importante en estos partidos. Creo que les sorprendimos con nuestro talante durante el partido».
El Deportivo golpeó rápido, con un tanto tempranero de Sergio. «Con ese gol constatamos que podíamos ganar perfectamente el partido. El papel de la afición al llegar al estadio y al salir al campo fue fundamental también, estuvieron fantásticos». Y es que el Dépor salió a morder desde el primer segundo, sorprendiendo a un Real Madrid que esperaba pasearse en su casa.
Y antes del descanso, la bofetada de Tristán en forma de segundo gol. «Con el de Tristan sabíamos que no se escapaba aunque quedaba mucho. Éramos un equipo con gente que ya había ganado y otra cosa importante fue que supimos sufrir, porque éramos conscientes que en algunos momentos del partido íbamos a sufrir, ellos eran muy buenos».
Hubo que sufrir, ya que Real Madrid recortó distancias. «El gol de Raúl fue una consecuencia de su dominio y sabíamos que iban a aprovechar cualquier error que cometieras. Yo no pensé en que nos empataran a pesar de su dominio».
Por último, la fiesta estaba preparada para el Real Madrid, pero se la cobró el Dépor. «La celebración fue fantástica, los triunfos hay que celebrarlos y este era especial por la grandeza del rival y el escenario. Sabréis que fuimos al asador que tenía el Madrid reservado, pero lo aprovechamos nosotros«. Sin duda, uno de los días más bonitos de la historia del Deportivo.