El Deportivo continúa esperando la resolución del Caso Fuenlabrada mientras tiene las manos atadas para empezar a planificar la próxima temporada. La incertidumbre del club blanquiazul no sólo afecta al plano institucional, sino también al deportivo, con gran parte de sus jugadores sin saber todavía qué camiseta vestirán el próximo curso. Desamparados totalmente por la AFE, sin que el sindicato haya movido todavía un dedo, hay varios futbolistas que tienen contrato con el Dépor si el equipo sigue en Segunda, pero que quedarán libres, o el club tendrá que desprenderse de ellos, en caso de confirmarse el descenso.
El caso Sabin Merino es la muestra más clara. El jugador vasco había firmado hasta 2022 en enero, pero con una cláusula liberatoria en caso de bajar a Segunda B con la que el Leganés podría recuperarlo. Beauvue, Keko o Uche Agbo, también llegados en enero, están en una situación similar, aunque en el caso del nigeriano sí tiene vinculación con el Standard de Lieja, mientras que los otros dos llegaron libres tras rescindir sus contratos.
A esta lista hay que unir también otros jugadores con contrato como Bóveda, Salva Ruiz, Gaku, Vicente Gómez, Mujaid o Dani Giménez. Fernando Vidal ya anunció hace unos días que en caso de descenso habría que negociar con todos, anticipando que será complicado poder asumir las fichas, lo que terminaría, casi de forma irremediable, en un éxodo masivo.
El Deportivo, a contrarreloj
El mercado está abierto y muchos clubs ya se han movido en el mercado, por lo que el Deportivo sabe que el tiempo juega en su contra. Incluso en el caso de jugadores que habían manifestado su intención de renovar en caso de seguir en Segunda, como Aketxe. El que sí parece que continuará, sea en la categoría que sea, es Somma. El italiano sigue recuperándose en Abegondo de su lesión de rodilla y todo hace indicar que aceptará la propuesta del club para ampliar su contrato.