Cada paso, lento, que da la justicia en el Caso Fuenlabrada ha sido hasta el momento una nueva bofetada para el Deportivo. El último ha sido el fallo del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 2 de la Audiencia Nacional, que respalda la decisión del TAD de otorgarle las competencias para decidir sobre el Caso Fuenlabrada al juez de LaLiga.
Uno de los principales conflictos de todo el proceso fue la pugna entre RFEF y LaLiga para dirimir quién tenía la potestad de juzgar el comportamiento del Fuenlabrada, que viajó a A Coruña con varios positivos. El instructor de la Federación había decretado el descenso del club madrileño al considerar su comportamiento muy grave, mientras que el juez de LaLiga no vio ningún incumplimiento del protocolo, por lo que decidió archivar el expediente.
El Tribunal Administrativo del Deporte apuntó que el órgano competente para tomar la decisión fuera este último, algo respaldado por la justicia. Así lo recoge la sentencia, según adelanta Iusport: «… existe un Protocolo de actuación que regula de forma detallada tal cuestión, siendo por ello, evidente, que al haber sido dictado ese Protocolo por LaLiga, el conocimiento de los expedientes que se instruyan por presuntas vulneraciones del mismo corresponde a esta y no a la RFEF«.
El Deportivo, pendiente de su recurso ante el CSD por el Caso Fuenlabrada
En este recurso pueden considerarse derrotados la RFEF, el Numancia y en cierto modo el Deportivo, aunque el club coruñés no se había personado. En la Plaza Pontevedra han decidido ir por otro camino, tal y como explicó el presidente Antonio Couceiro hace unos meses: «Acabamos de presentar un recurso de alzada ante el CSD por el perjuicio ocasionado por la inhibición de la RFEF frente a la petición formulada por el club por la no disputa unificada de la última jornada en Segunda División. Esto adulteró la competición. La última jornada no se puede repetir, pero sí anular los efectos perjudiciales, reconociendo los derechos del Deportivo a mantenerse en la competición. Si conseguimos que sea estimado, se ratificaría que hubo una decisión arbitraria e injusta y nos abriría la posibilidad de reclamar daños y perjuicios. A día de hoy, a lo único que podemos aspirar es a una indemnización«.