La Selección Española de fútbol ha vivido unos días movidos en la previa a su debut en el Mundial de Rusia. Justo esta semana se conocía que Julen Lopetegui era destituido. De rebote, los cambios también han afectado al deportivismo. O al menos, a su recuerdo, por la relación que guarda de uno u otro modo con Fernando Hierro y dos de sus ayudantes en el staff técnico: Carlos Marchena y, en menor medida, Julián Calero.
Empezando por el ahora seleccionador nacional, Fernando Hierro. Riazor nunca le ha guardado demasiado cariño al malagueño. En su época como jugador, el defensa visitó en innumerables ocasiones A Coruña, primero con el Valladolid y luego, con Real Madrid. Sus partidos siempre tuvieron una tónica en común, actuaciones que fueron muy recriminadas por la grada.
Todo empezó en un partido de semifinales de la Copa del Rey, en 1989. Fernando Hierro, en su última temporada en el Valladolid, sería el protagonista de dos duras entradas a Fran que para muchos eran merecedoras de tarjeta roja. De hecho, no fue al único futbolista al que sometió a su particular forma de entender el fútbol. De hecho, se recuerda una visita de la selección española a Riazor en la que Hierro fue abucheado por el público.
En su época en el Real Madrid, la presencia de Fernando Hierro siempre se convirtió en hechos polémicos. En su día incluso se habló de que había empleado insultos racistas con Songo´o. Era 1997, cuando tras el partido, el portero camerunés denunció estos insultos. «Me llamó negro, cabrón e hijo de puta. Me duelen mucho esas palabras y me parece irónico que el domingo vayamos a jugar aquí en el Bernabéu un partido contra el racismo. Yo, desde luego, no lo pienso hacer en el mismo equipo que Hierro. Ni el domingo, ni nunca».
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— O CastelaoGZ (@CastelaoGZ) June 13, 2018
Todo lo contrario que Carlos Marchena. El defensa de Las Cabezas de San Juan se ganó el cariño de A Coruña en sus dos temporadas en el Dépor. Tanto que hasta tenía una canción en la grada: «Saca el machete, Marchena saca el machete». Siempre pronunciada en tono cariñoso. Profesional intachable, y uno de los líderes del vestuario por aquella época, anotó el gol del último ascenso ante el Jaén. Una anécdota simbólica que supuso además el regreso del Deportivo a la máxima categoría del fútbol español. «Ya no tenía la presión de ir a la selección española, así que lo disfruté de otra manera. Te centras más en el club y con esa edad intentas aconsejar a los más jóvenes. Fue una etapa muy bonita, muy dulce. Estoy encantado de haber pasado por allí y de haber conocido a la gente del norte”, así resumía su paso Marchena por A Coruña.

Julián Calero y el Fabril
Otro de los ayudantes del cuerpo técnico de Fernando Hierro es Julián Calero. Hasta hace poco, entrenador del Navalcarnero, el técnico madrileño fue objeto de deseo del Fabril. Con la marcha de Gustavo Munúa, el Deportivo pensó en Calero para tomar el banquillo del filial. Sin embargo, las ofertas de Segunda terminaron por alejar de Abegondo al ahora ayudante de la Selección en Rusia.