El largo paso por Segunda División que sufrió el Sporting de Gijón a principios de siglo —10 años consecutivos— y la, por aquel entonces, prolongada estancia del Deportivo en Primera, hizo que los duelos entre ambos equipos fuesen poco a poco cayendo en el olvido. Y con ello, también fueron quedando en el recuerdo los grandes desplazamientos entre una y otra ciudad de la década de los 90.
Sin embargo, la vuelta del conjunto asturiano a la máxima categoría en el año 2008 hizo que los duelos entre Sporting y Deportivo regresasen, y lo hiciesen con más pasión, intensidad y rivalidad incluso que antaño. Situaciones como el polémico arbitraje de Estrada Fernández en El Molinón en la temporada 2010-2011 o el tanto logrado por el Deportivo en Riazor hace dos campañas con el tiempo cumplido, contribuyen y aumentan esta rivalidad.
La suma de todos esos factores ha hecho que estos partidos se vivan casi como si de un derbi se tratase, y las aficiones suelen responder con grandes desplazamientos. El próximo domingo será el Sporting quien rinda visita a Riazor, y una vez más, la denominada mareona estará arropando a su equipo de forma masiva, aunque en ningún caso se espera que de forma tan multitudinaria como ocurrió años atrás.
Desde el Deportivo se ha informado que la venta de localidades va a muy buen ritmo y que se espera superar los 30.000 espectadores, pero ni mucho menos se prevé que se pueda registrar un lleno.
Desde el club coruñés se envió al Sporting un total de 2.377 localidades de entre 30 y 45 euros. Las más baratas se agotaron en cuestión de horas, pero al cierre de las taquillas de El Molinón en el día de ayer, aún quedaban alrededor de 400 sin ser despachadas, todas ellas con un precio de 45€. Hoy será el último día en que se pondrán a la venta dichas entradas, y ya estarán a disposición de cualquier seguidor, sea o no abonado. En caso de no ser despachadas el Sporting devolvería las sobrantes.