El Deportivo de Óscar Cano afronta su primera salida. Y no es un terreno fácil. Porque el conjunto coruñés visita Valdebebas para enfrentarse en el Alfredo Di Stéfano a un Real Madrid Castilla con talento en sus filas. Talento por pulir. Pero talento diferencial para la categoría al fin y al cabo. Porque el conjunto dirigido por Raúl González es un filial sin veteranos. Eso le hace ser inexperto, pese al bagaje de varios de sus futbolistas en la categoría. Pero, a cambio, cuenta con varios de los diamantes más importantes del fútbol español. Algo que le hace ser un equipo tremendamente peligroso. Sobre todo, al calor de su hogar.
Y es que el conjunto merengue no ha perdido partido en casa. Aunque bien es cierto que está lejos del pleno de puntos, pues ha empatado dos encuentros (Balona y Córdoba), el filial es un equipo dominante como local, ya que Unionistas y Badajoz hincaron la rodilla. Otra cosa es a domicilio. Porque fuera de casa, el Castilla ha sido un equipo tremendamente irregular. Capaz de ganar 1-5 al Sanse y de caer derrotado 4-1 en Alcorcón. El talento joven en estado puro, capaz de lo mejor y de lo peor, como demuestran sus 15 goles a favor -el segundo que más- y sus 12 en contra: solo ha dejado su puerta a cero una vez.
Estas cifras reflejan muy bien la identidad futbolística del Real Madrid Castilla, un equipo ofensivo, alegre y agresivo. Incluso a costa de ser temerario. Porque el filial es uno de esos conjuntos que pretende llevar la iniciativa, pero es impaciente. Quiere ser vertical, como demuestra su alto grado de conducciones individuales (17,3 por cada 90 minutos, siempre según Wyscout) y de pases profundos (8,3 pases, que no centros, a los 20 metros más próximos a la portería rival). Y si puede correr, mejor. El conjunto merengue se aleja de las posesiones largas. No tiene paciencia y busca atacar más por dentro que por fuera. Así lo atestigua su bajo número de centros (solo 10,5 por cada 90 minutos).
Real Madrid Castilla, tendencia al juego interior
Y es que la clave de su juego está en el dinamismo por dentro. El Castillajunta mucha calidad en el carril central, con el pivote Mario Martín, Carlos Dotor -que reaparecerá tras sanción-, Álvaro Martín, Theo Zidane, Bruno Iglesias, Óscar Aranda o, sobre todo, Sergio Arribas. Todos ellos han ocupado en mayor o menor medida las tres posiciones interiores del centro del campo que Raúl González suele concretar en su 3-5-2 en fase ofensiva.
La asociación basada en la precisión y la movilidad es uno de los puntos fuertes del filial, que cuenta en la su línea más ofensiva con jugadores que también encajan en ese perfil. A falta de Noel, lesionado, sobresale Iker Bravo. El delantero de 17 años es quizá el punta joven español con más potencial en la actualidad. Tiene capacidad para ir al apoyo, pero también para romper al espacio. Y por supuesto, finura en el remate. Junto a él puede actuar el citado Arribas, como segundo punta, o un Álvaro Rodríguez que ejerce como ‘tanque’ tanto dentro del área como para quedarse algún envío algo más directo desde el inicio de juego que el Castilla suele buscar más por dentro que por fuera.
Para que este 3-5-2 sea tal y no se conforme en un 4-4-2 más canónico es clave la figura de Peter Federico. El extremo con raíces dominicanas está actuando mucho como carrilero izquierdo, aunque parece encontrarse más cómodo en la derecha, desde donde puede sacar a relucir su gran disparo. El zurdo ces uno de los dos jugadores que ya ha debutado oficialmente con el primer equipo. El otro, Sergio Arribas.
Si Peter actúa como carrilero izquierdo, en el otro lado suele ser el lateral Vinicius Tobías quien coge altura para dejar el peso en el inicio de juego a los tres centrales, comandados por un Rafa Marín que es uno de los zagueros más prometedores del país por sus condiciones defensivas. El ejerce como ‘salvavidas’ tanto en la anticipación como corriendo hacia atrás de un equipo cuyo ímpetu a la hora de presionar le lleva, en ocasiones, a partirse demasiado. A sus costados vienen actuando un Pujol todavía bisoño y Marvel o Pablo Ramón, dos zurdos que dan buena salida natural por ese perfil y que cortaron el paso a Retuerta.
De este modo, con muchas piezas de nivel para dibujar un once bisoño –es el equipo más joven de la categoría, con una media de 19,5 años– pero de mucho nivel, el Real Madrid Castilla amenaza al Deportivo desde su desequilibrio individual y su capacidad para romper presiones. El merengue es un equipo asociativo pero vertical que, por su propia naturaleza agresiva también tiende a ser demasiado impetuoso a la hora de robar al balón y, por ende, a desprotegerse. Es lo que tiene el talento diferencial tan juvenil, que todavía está por pulir.