Tras haberse perdido dos jornadas por lesión, Sidnei Rechel entró en la convocatoria del Deportivo para el último partido, en Leganés, aunque no contó con minutos de juego. Sin embargo, el defensor brasileño volverá a ser baja para el encuentro ante el Barcelona, aquejado de una lesión muscular de grado 1 en el tercio distal del bíceps femoral de su muslo izquierdo.
La campaña de Sidnei, uno de los jugadores que más tiempo lleva en la disciplina herculina —este es su cuarto año en A Coruña—, ha estado plagada de problemas musculares que le han impedido tener continuidad sobre el césped, lo cual, unido al bajo rendimiento general del equipo, ha contribuido a que su temporada haya estado marcada por la irregularidad. De hecho, desde su llegada al Deportivo, el brasileño nunca había jugado tan poco como en la 2017-18.
A principios de temporada, Sidnei fue el elegido, junto a Fabian Schär, para ocupar el centro de la zaga del conjunto coruñés. Desoyó ofertas procedentes de China y optó por quedarse. Su experiencia en el club y sus exuberantes cualidades le señalaban como el líder defensivo del equipo, pero tras unas actuaciones discretas, Pepe Mel lo mandó a la grada a las primeras de cambio, argumentando que no estaba en su mejor versión.
Semanas después, el técnico madrileño le devolvió al once, y el brasileño se mantuvo en él cuando Mel abandonó el banquillo y llegó Cristóbal Parralo. Fue entonces cuando aparecieron los problemas físicos, en el encuentro de la primera vuelta ante el Málaga, en el que tuvo que ser sustituido al descanso con molestias en el isquiotibial. No fue una lesión grave, pues apenas fue baja durante una semana, pero sería un presagio de lo que estaba por venir.
En cuanto estuvo recuperado volvió al once, pero con el inicio de la segunda vuelta regresaron, y con mayor intensidad, los problemas físicos. Se perdió el partido del Bernabéu por una elongación del bíceps femoral y en el siguiente partido, en Riazor ante el Levante, el brasileño tuvo que retirarse al poco de empezar, de nuevo con una lesión muscular que le dejó fuera del equipo en la derrota en Anoeta que supuso el despido de Parralo.
Sidnei se pasó más de un mes sin jugar, pero tras su recuperación se convirtió en indiscutible para Clarence Seedorf, que le devolvió un puesto como titular en la zaga deportivista. Su vuelta coincidió con el tramo en el que se gestó la reacción deportivista, pero después de la victoria ante el Málaga volvió a caer lesionado y todavía no ha vuelto a tener minutos. Los problemas físicos se han cebado con él —especialmente en la segunda mitad de la liga— y le han impedido adquirir continuidad en el once del Dépor. Hasta ahora suma veintiún partidos disputados esta temporada, cuando siempre había superado o rozado la treintena. Además, sus participaciones han sido discontinuas: nunca ha jugado más de seis partidos de forma consecutiva, y los parones intermitentes han tenido una incidencia directa en su rendimiento en el campo, por debajo de lo que tenía acostumbrado.
Con el prácticamente inevitable descenso a Segunda División, lo más probable sería que Sidnei abandonase la entidad herculina, pues es uno de los futbolistas más apetecibles de la actual plantilla del Deportivo. A sus 28 años, cerca de alcanzar la madurez deportiva, habrá ofertas por él, a pesar de que este año ha supuesto un frenazo en su progresión.