El exentrenador del Deportivo Miguel Ángel Lotina lleva varios años entrenando en Japón. Ahora mismo dirige al Cerezo Osaka, que como la mayoría de equipos del planeta se encuentra con su competición suspendida por la crisis del coronavirus. El técnico de Meñaka se ha quedado igualmente en el país nipón y este domingo atendió a los compañeros de Tiempo de Juego de la Cope. Por lo que cuenta Lotina, la situación en el día a día es bastante normal: «Aquí está todo abierto, no hay ningún tipo de aislamiento».
Apuntó, eso sí, que la cultura japonesa quizá permita que las medidas no tengan que ser tan extremas, sobre todo en lo que se refiere al contacto social: «Los japoneses son muy cuidadosos de por sí. Van con mascarilla a todos los viajes durante el año. Si tienes fiebre, está prohibido ir a trabajar. Pero no sólo ahora. Siempre«. Todo ello mientras uno de los grandes debates en los últimos días ha sido si los Juegos Olímpicos de este verano, que deben disputarse en Tokio, tendrían que suspenderse mientras dure la pandemia del COVID-19. Todo hace indicar que, en las próximas horas, el COI anunciará ese aplazamiento.
Lotina, que en junio cumple 63 años, reconoce estar pasando un momento duro, sobre todo por la distancia con los suyos, pero al mismo tiempo es consciente de que no hay que tomarse la situación a la ligera: «Me gustaría estar en España con mis hijos, pero los que corremos riesgo somos mi mujer y yo«.
Victoria en la primera y única jornada disputada
Es la segunda temporada del entrenador vasco al frente del Cerezo Osaka, pero la suspensión del fútbol en el país sólo le ha permitido disputar una jornada del nuevo campeonato. Venció, eso sí, por lo que cuando se reanude la liga intentará mejorar el quinto puesto del curso pasado.