Hace unos años, después de una extensa carrera como futbolista para convertirse en leyenda del Deportivo, Manuel Pablo dio el salto a los banquillos. Desde entonces ha formado parte de diferentes cuerpos técnicos en el Fabril y eso le permite conocer de primera mano cuáles son las principales carencias de la cantera blanquiazul. El eterno capitán tiene claro que, principalmente, es una cuestión de confianza: «El problema aquí, a lo mejor como pasó con Mujaid, es que le damos la oportunidad y lo quitamos porque no le salió un partido bien, como no le salió a todo el equipo. Si hay que creer, hay que creer de verdad. Darle por lo menos una serie de encuentros. No se puede decir que crees en la cantera, darle un partido y quitarlo. Todos fallamos. Si hay confianza, hay que demostrarla».
El canario, que ahora colabora con Luisito, tiene claros los candidatos que llaman a la puerta. No sólo por nivel, sino también por recorrido: «Uno que me gusta es Valín, que lleva tres años ya. Porque esto tiene que ser un proceso. No es llegar y dar el salto sin paracaídas. Es un jugador que viene asentándose, jugando siempre. Comete errores, como los cometíamos todos a su edad y cometen los profesionales. Pero es un jugador que se ha asentado. Como Gandoy, que también está en esa trayectoria. Son jugadores que se han consolidado, llevan un rendimiento y son jugadores que tienen que intentar dar ese paso. Cuando ves jugadores que con 18 o 19 años empiezan a ser importantes en el Fabril… puede llegar uno que deslumbre y dé un salto por encima o más rápido, pero lo normal es tener tiempo».
Encantado también con Juan Rodríguez
Pero hablar de perlas de la cantera hoy en día en el Dépor es hablar de Juan Rodríguez. El central, al que Fernando Vázquez sigue de cerca, no ha pasado inadvertido para Manuel Pablo: «Ya estuvo en pretemporada entrenando con nosotros. Lo conocíamos. Vas viendo su rendimiento en el Juvenil, le llega la oportunidad con nosotros (Fabril), empezó a rendir y se ha quedado. Tiene una proyección un poco mayor, pero también hay que cuidarlo y exigirle. Es un chaval que está muy centrado y tranquilo. Pero no hay que apresurarlo. Hay que amoldarlo. Fallará, pero está en esa progresión y si puede dar el salto antes lo dará».