El portero del Fabril hace balance de su primer año como blanquiazul, una campaña en la que afirma haber vivido cosas que nunca olvidará. Su deseo es seguir muchos años en el club coruñés
De vacaciones en Ibiza «para desconectar» e ilusionado con la próxima temporada, Marc Martínez (Barcelona, 4 de abril de 1990) asegura que su primer año entre el Fabril y la primera plantilla del Deportivo ha sido muy positivo. Del club herculino destaca, por encima de todo, su grandeza y el compañerismo que se respira en un vestuario en el que ha aprendido mucho.
¿Qué balance haces de tu primer año en A Coruña?
Estoy muy contento. Llegué como jugador para el Fabril y por suerte pude realizar la primera temporada con el primer equipo y quedarme entrenando todo el año con ellos. En el Fabril no conseguimos quedar entre los cuatro primeros, pero la valoración es muy positiva.
¿Qué crees que le faltó al Fabril para lograr el objetivo?
Hay que tener en cuenta que es un equipo que cambia cada dos años. Empezamos bien la competición. Luego hubo alguna racha negativa, pero el equipo intentó jugar siempre, nunca renunció a jugar el balón. Al final, prácticamente teníamos el objetivo hecho pero se nos escapó en los últimos dos partidos.
La pasada campaña, viniste al Dépor desde el Racing de Santander. ¿Qué destacarías del Deportivo, como club, que no tienen los verdiblancos?
No tiene nada que ver. Valorando al Racing, que también es un buen club, el Deportivo es una familia y es un grande. Tiene una historia grande y siempre lo será.
«Sobre todo me llamó la atención la sencillez de Dani (Aranzubia), siempre preocupándose por mí desde que empezamos a entrenar».
Hace cuatro temporadas jugaste en el juvenil A del Barcelona y fuiste titular indiscutible junto a jugadores como Martín Montoya, Oriol Romeu o Jonathan Dos Santos. ¿Qué fue lo que provocó que te fueras de La Masía y de tu tierra para jugar en Cantabria?
Llevaba dos años de juveniles allí. Cuando tenía que dar el paso para ir al Barcelona B, me dieron el ‘ok’. Más tarde, me dijeron que la opción era la de ser segundo o tercer portero. Se anduvieron un poco por las ramas, no lo dejaron claro y entonces decidí ir al Racing de Santander. Estoy muy satisfecho por haber tomado esa decisión. Estuve dos años allí y aprendí mucho.
De tus compañeros en el Fabril, ¿a quiénes ves a corto plazo en el primer equipo?
Hay muy buenos jugadores. Destacar a Juan Carlos que ya ha entrenado con el primer equipo y ha llegado a debutar. Potro lado, Pablo Insua me parece muy buen central y Richi, si lo respetan las lesiones, es un gran mediocentro. Hay muchos.
¿Qué has aprendido de Dani Aranzubia y de Germán Lux?
Es complicado decir un aspecto concreto, porque son grandísimos porteros. Sobre todo me llamó la atención la sencillez de Dani, siempre preocupándose por mí desde que empezamos a entrenar. Entre los dos siempre me han intentado ayudar cuando las cosas han ido bien o no tan bien.
¿Y de Sambade?
Antes de firmar ya lo conocía de oídas y me habían hablado muy bien de él. Se queda corto todo lo que pueda decir. Es un gran tipo y a la hora de trabajar he hecho cosas que en la vida había imaginado que se podían hacer para entrenar al portero y que me han ayudado a progresar mucho.
¿Qué destacarías de José Luis Oltra?
Una característica que me gusta es que lo hace casi todo con balón. El equipo ha intentado jugar siempre al fútbol. Por ejemplo, los primeros días de pretemporada hicimos ejercicios de resistencia en los que siempre estaba el balón por medio y eso se ha visto reflejado en el campo.
Si sale una buena opción, ¿verías bien marcharte cedido a otro club?
Si fuese para el bien del club y para el bien mío, ¿por qué no? Pero ahora lo único que pienso es en poder jugar en el Deportivo y empezar a entrenar el 10 de julio.
«La actitud de los compañeros me marcó mucho el día que tuve el choque con Jesús Vázquez y él se quedó lesionado».
¿Qué sentiste cuando, el verano pasado, viste a tanta gente animándoos en el primer entrenamiento de la pretemporada?
Algo increíble. No se puede expresar con palabras. Me habían hablado muy bien de la afición pero no hasta ese punto. Llegar el primer día, con el calor que hacía y ver el sentimiento de la gente es algo que nunca olvidaré.
En Tarragona y ante el Huesca, los no convocados estallasteis en el palco cuando Xisco marcó los goles del triunfo. ¿Qué pasó por tu cabeza en esos momentos?
Todo lo vivido esta temporada ha sido muy emocionante y no lo cambio por nada. El ascenso, la noche de Tarragona o el partido ante el Huesca se me quedará marcado para toda la vida y lo llevaré siempre conmigo.
¿Qué momento, anécdota o situación de la temporada destacarías a nivel personal?
La actitud de los compañeros me marcó mucho el día que tuve el choque con Jesús Vázquez y él se quedó lesionado. Ya estaba encantadísimo con ellos pero la verdad es que ese día me demostraron que son unos tipos increíbles. Para mí fueron unas semanas complicadas y me demostraron que, aparte de compañeros, tengo grandes amigos dentro del vestuario.
¿Cuál ha sido el jugador que más te ha impresionado?
Valerón es algo diferente al resto por todas las cualidades que tiene futbolísticamente. Pero lo que más sorprende es que sea tan cercano. En otras plantillas hay gente muy buena que igual no es tan humilde como él. La forma de ser del ‘Flaco’ hace que te sientas agusto con él y cercano a él.