Una de las grandes sorpresas en la convocatoria del Deportivo para medirse al Rayo Majadahonda fue la presencia de Max Svensson. El delantero terminó con molestias el duelo con el Alcorcón y las pruebas médicas parecían descartarlo para ese encuentro. Pero una recuperación milagrosa le permitió estar en Riazor e incluso participar unos minutos al final. Paradójicamente, esos minutos le harán perderse el siguiente partido ya de forma obligatoria ante el San Fernando.
Porque Svensson esquivó la lesión muscular, pero no pudo esquivar la sanción por acumulación de amonestaciones. En un final de partido con mucha tensión y que, una vez más, propició un escenario que le quedó grande al árbitro, se enseñaron cuatro amarillas entre el minuto 89 y el pitido final. Una de ellas fue para el atacante blanquiazul por «realizar observaciones a una decisión del árbitro asistente nº1» en una jugada en la que reclamaba falta.
Esa tarjeta supone la quinta para Svensson en sus 14 disputados hasta el momento con el Deportivo. De esta forma, el joven se perderá un encuentro por primera vez desde la llegada de Óscar Cano al banquillo. Porque aunque con la llegada de Lucas ha perdido su puesto en el once, el técnico le sigue dando minutos en todos los partidos.
Descanso obligatorio para Svensson, puerta abierta para Ochoa
Probablemente no esté contento con la sanción Max Svensson, pero seguro que Cano estará mucho más tranquilo con el descanso obligatorio. Tanto en la previa como en el pospartido, el técnico no ocultó su temor a que pudiera lesionarse al entender que se trataba de una recuperación muy rápida. El delantero podrá hacer trabajo específico esta semana y consolidar esa recuperación para estar disponible en el regreso del equipo a Riazor para el primer partido de febrero ante el Mérida.
El gran beneficiado de esta situación puede ser Martín Ochoa. El delantero juvenil ya estuvo entrenando toda la semana pasada con el primer equipo y tenía opciones de entrar en la convocatoria hasta que Svensson recibió el alta.