Edy Caridad, en su columna de opinión, compara al Deportivo con el histórico boxeador. Ve al Dépor como «un Mike Tyson con pegada de un peso pluma».
Así vive el Deportivo. Sin goleador. A eso se ha acostumbrado en las últimas temporadas. A no tener un referente claro en la línea de ataque. Y le va bien, claro que le va bien. Se encuentra en puestos de ascenso directo a Primera División cuando estamos a punto de rebasar el segundo tercio del campeonato. Pero lo está más por lo bueno que tiene atrás que por lo que le falta arriba. Por eso el club se reforzó en invierno y parece que le está saliendo bien con Toché, aunque no sea él un ‘9’ puro.
Pero eso me lleva a pensar si será suficiente como para aguantar en la pelea por los dos primeros puestos hasta el final de temporada. Somos un equipo con un armazón sólido, rocoso, que presiona, que incomoda al rival… Pero nos sigue faltando el maldito punch. Somos Mike Tyson con la pegada de un peso pluma. Y no sé si eso llega para acabar en Primera.
Que nadie piense que esto es una crítica al equipo, que está sacando un rendimiento óptimo. Simplemente es un temor que me ha entrado. Veo carencias en el equipo que se vienen repitiendo desde el principio de temporada y que se van a seguir teniendo hasta el final. No es por ser agorero.
Y la verdad es que de todos los experimentos que ha hecho FV no me ha convencido ninguno. Quizá es porque ninguno me puede llegar a convencer sin un goleador. Nunca he sido partidario de los delanteros que se vacían en la presión sobre el inicio de juego del rival pero no son capaces de hacer lo que realmente se le pide a un punta: marcar. Sé que es un razonamiento muy básico, pero para mí el delantero tiene que ser gol. A partir de ahí se puede discutir lo que sea. Piensen en un defensa que construye buen juego pero no corta balones. Algo chirría, ¿no?
Que sí. Que estamos muy bien clasificados. Que sí. Que yo hubiera firmado con sangre al principio de temporada estar donde estamos a estas alturas. Sí, sí y mil veces sí. Pero no en todos los partidos va a ocurrir el milagro de marcar en la última jugada del partido… ¿O sí? Es lo bonito del fútbol, es maravilloso que tu equipo se lleve un empate cuando tenía el choque perdido, pero preferiría no tener que vivir al borde del infarto. ¿Me quejo de vicio? ¿Tengo razón? Que cada uno lo vea desde su perspectiva.