Si hay un protagonista de la victoria del Deportivo ante el Celta B, ese es Miku. El venezolano marcó los tres goles del partido poniendo punto y final a su sequía, además de cuajar su mejor partido con la blanquiazul.
«La última visita a Vigo había sido frustrante», reconoció. «Veníamos de buen partido ante Unionistas y en un campo de dimensiones parecidas, en dos errores individuales se nos fue el partido y unos puntos que eran y siguen siendo vitales. Hoy es otra cara. El equipo juega, juega bien, ganamos con merecimiento y lo que el fútbol a veces quita a veces da. Tenemos que mantener siempre la misma capacidad de hacer todo en los partidos que vienen».
Una reivindicación personal
«Obviamente habían surgido críticas y con razón, con merecimiento. No rehuimos la responsabilidad que tenemos y hablamos mucho entre nosotros que a veces en el fútbol no se generan situaciones. Pero uno tiene que hacer las cosas por el bien del equipo, hacer otro tipo de fútbol que quizá no sea tan vistoso pero que el equipo necesitaba. Sabía que el gol iba a llegar, era cuestión de tiempo. Ha llegado tarde pero ya le había hecho gol al Celta en Primera, en Segunda y también en Segunda b. Hoy se dio la oportunidad de hacer tres goles, incluso alguno más. Es un mensaje para todos, que somos buenos, que la temporada no ha ido como quisiéramos, pero que tenemos que tener fe y tener esa capacidad para seguir trabajando, las cosas llegarán».
El máximo goleador
«Me lo decía antes Rafa, que era mejor meter un gol en cada partido. Me toca seguir trabajando, sabía las circunstancias en las que vine. Por ser burro forcé y casi hubo una desgracia. Ahora estoy cómodo, confiado, muy tranquilo en la ciudad, centrado en el trabajo. El fútbol no es un día bien y otro mal, es un trabajo diario de capacidad de estar siempre en el mismo plano, intentar ayudar a los compañeros y veremos qué pasa estos días».
La última jornada
«El Depor está abonado al infarto constantemente… son circunstancias del fútbol. Hay que ser sinceros y saber que si estamos en este momento así, algo habremos hecho mal para tener que llegar contando, sumando y viviendo de la esperanza. Se dice que la esperanza es el último que se pierde. El último hattrick fue en Europa League con el Valencia. Lo importante era abrir el arco y ahora ya no se cierra».
Los insultos desde la grada
«La gente habla sin saber, Álex y yo tenemos una edad, pero la edad está en la mente. La ilusión y las ganas de trabajar cada día son las de siempre. Es difícil, es duro, pero para eso estamos».
En cuanto a los goles, «el penalti fue más importante. No habíamos hecho más de un gol, nos costaba porque marcábamos y el equipo se echaba atrás y no creía. Cuando hicimos el segundo fue un alivio grande, hemos derribado otra barrera».
Su imagen en redes como mariachi
«Las redes es algo anecdótico, son mis hijas las que están ahí. Les hago poco caso, me centro en lo que me dice mi entrenador, compañeros, trabajo por y para ellos. Lo que me pagan tiene que ser sudado cada céntimo».