El empate del Deportivo ante el Mirandés disparó las críticas de la afición hacia la directiva y el director deportivo, pero Mollejo quiso ponerse primero a la hora de asumir culpas: «Hay que mirar más a los futbolistas, somos los que jugamos«. El joven reconoce que no están pudiendo mostrar su juego: «No ha sido un buen partido. En la primera parte hubo momentos buenos y malos, como en la segunda, pero hemos sido muy intermitentes».
Uno de los grandes problemas es la poca confianza que hay con el balón: «El ambiente, los resultados… todo influye. Pero al final el futbolista tiene que tener personalidad. Esto nos lo vamos a encontrar en nuestra carrera. El equipo tiene las ideas claras. Sí es cierto que nos cuesta coger confianza en el inicio de los partidos, pero el equipo tiene cosas. Hay una buena plantilla y lo que tenemos que hacer es que no nos influya nada del exterior».
Bóveda: «No hemos estado a la altura»
Bóveda también es de los que creen que la presión no puede ser una excusa: «Los aspectos psicológicos son individuales, aunque es cierto que acaban siendo contagiosos. Yo si pudiera el partido del jueves lo jugaría en Riazor. No hemos estado a la altura ni en casa y fuera. Hay que mejorar, pero lo último que se me pasa por la cabeza es echar la culpa… cuanto más fuera se echa la culpa, más lejos se está de encontrar una solución».
El vasco reconoce los problemas del equipo: «No hemos hecho lo que queríamos hacer. Hemos hecho muchas cosas mal y no tantas bien. Pero sigo creyendo. Aunque ahora suene un poco repetitivo, creo en este equipo. Conozco a los jugadores que hay, no de estos días, de otros años. La plantilla que tenemos seguro que va a arrancar«.
Asegura que por trabajo no va a quedar: «Cuando las cosas no salen siempre se apunta en una dirección parecida: la falta de intensidad de los jugadores. Desde dentro nos tenemos que abstraer de todo esto. Hay que trabajar y la intención está. Nadie ha dejado de hacer su trabajo o poner menos interés«.