Parece que existe cierto debate en el vestuario del Deportivo sobre la conveniencia de jugar en Riazor en un momento tan delicado como el que atraviesa el equipo. La semana pasada Bergantiños reconocía que quizá les venía bien tener dos partidos fuera, algo que respaldaba Montero, pero Víctor Mollejo va en otra dirección: «A mí personalmente me gusta mucho jugar en Riazor. Creo que es un estadio en el que se respira fútbol y me encanta. Siempre es bueno volver a tu estadio. La gente está respondiendo a las mil maravillas y juego con ganas e ilusión. A ver si podemos darles ya una victoria».
Desde que llegó a A Coruña se le ha señalado como uno de los jugadores con más carácter de la plantilla a pesar de su juventud. Lo asume sin problemas: «Estoy muy contento de que muchas veces esa presión recaiga sobre mí. Soy un chico con personalidad y me gustan los retos. Pero no me gusta que se mire la edad, sino lo que demuestro en el campo. Tener 18 años no es ningún hándicap. Si toca tirar del equipo por momentos, lo haré encantado. En el vestuario hay gente con mucha personalidad y con muchas ganas de demostrar cosas».
Mollejo asume con naturalidad sus últimas suplencias y habla sobre su posición preferida en el campo: «Lo llevo con tranquilidad. Cuando llegué me tocó jugar todo y di lo máximo de mí. Ahora me toca desde el banquillo. Uno siempre quiere jugar lo máximo posible, pero en esta situación no queda otra que trabajar. ¿De segundo punta? Al final es mi posición de toda la vida. Pero me gusta ser polivalente y jugar en varios puestos. Si deciden ponerme en banda, perfecto. Y si me ponen arriba pues bien también, porque es mi posición. Me gusta pisar área, llego bien desde segunda línea».
El joven atacante señala la importancia de asumir la delicada situación y afrontarla con personalidad: «Me preocuparía más si fuese otro tipo de Liga, en la que recuperar cuatro puntos te cuesta la vida. Pero en Segunda ganas dos partidos y estás en mitad de tabla. Hay que estar tranquilos, pelear al máximo y siendo conscientes de la situación. No es ningún accidente, estamos colistas y hay que ser conscientes de ello. Saber la situación en la que estamos pero que no nos sobrepase porque entrarías en un ciclo negativo. Hay que tener personalidad, si no nos atrevemos a hacer cosas no vamos a salir de ahí«.