Si algo puede salirle mal al Deportivo en este inicio de temporada… le saldrá peor. El equipo blanquiazul ha comenzado su cuarto año fuera del fútbol profesional con buenas sensaciones, pero pocos puntos. La diferencia es tal que, incluso ganando al Cornellá el próximo sábado en Riazor, el equipo habrá firmado el peor arranque desde que cayera al pozo. Los de Idiakez están cometiendo errores, claro, pero sobre todo, tal y como quedó demostrado en Salamanca, están topándose con todo tipo de infortunios.
Ninguna moneda sale cara para el equipo herculino, que todavía no ha sido capaz de marcar un gol en casa a pesar de generar ocasiones suficientes en los partidos ante Rayo Majadahonda y Teruel – ninguno ha ganado todavía -. Para colmo, la solidez defensiva e imbatibilidad de Germán se rompió en Salamanca por una pifia propia más que por acierto del rival. El mismo sábado, el equipo pudo llevarse la victoria en una equivocación de la zaga local. Pero el balón peinado por el defensor de Unionistas pegó en el palo.
Mención aparte merece las bajas que está teniendo que lamentar Idiakez, al que le queda un ataque en cuadro para la próxima jornada y tendrá que reinventarse en los próximos meses. Yeremay y Mella estarán KO varias semanas por sendos golpes en los que, además, los rivales apenas recibieron castigo. Barbero pasa hoy por el quirófano y será complicado que vuelva antes de que termine 2023. Y Lucas Pérez se perderá este sábado su segundo partido por sanción después de ser expulsado en el, probablemente, lance más suave que se ha producido en un partido del Deportivo esta temporada.
El liderato, a cuatro puntos
Con esa coctelera en la que se mezclan los errores propios, la falta de acierto y el componente de azar, la realidad es que el Deportivo sólo ha logrado sumar 6 puntos de los 12 que se han disputado. Van únicamente cuatro jornadas, pero el equipo blanquiazul navega fuera de los puestos de playoff y, a pesar de estar invicto, tiene el liderato ya a más de un partido.