Abel Aguilar, Paulo Assunçao y Álex Bergantiños pertenecen a la misma estirpe de centrocampistas. Fuertes, contundentes, ordenados y disciplinados. Juan Domínguez evade el músculo. Prefiere apostar por la cabeza.
Fernando Vázquez vuelve a tener un dilema sobre quiénes serán los mediocentros titulares en el auténtico Six Pointer Match (partido de seis puntos) que se disputará el domingo en el Iberostar Estadi de Palma entre el Deportivo de La Coruña y el Mallorca de Gregorio Manzano. Teniendo en cuenta que el entrenador jienense del conjunto balear volverá a apostar por un trivote en la medular formado por Pep Martí, Tomás Pina y Fernando Tissone, es posible que el técnico de Castrofeito renuncie a su jugador más creativo de la sala de máquinas -Juan Domínguez- para componer el once con algo más de músculo situando a Paulo Assunçao o a Álex Bergantiños junto al colombiano Abel Aguilar. Aplacar la visión del de Pontedeume sería un error, bajo mi punto de vista.
El Deportivo debe arriesgar en estas dos finales que se le presentan en el campeonato. Ya ha pasado una, la del Celta, donde los blanquiazules pusieron el 100% sobre el tapete de Riazor. Ahora vienen dos más, frente a Mallorca y Zaragoza, y no vale especular. No se deben dejar balas en la recámara, ni ases debajo de la manga. Dejémonos de experimentos y pongamos a los mejores, que es lo importante. Sin Juan Domínguez en el campo, significa ponerle fácil al rival neutralizar a tu jugador diferencial porque dejas a Valerón solo en labores creativas. Con los dos juntos, si el Flaco está cubierto, querrá decir que Domínguez estará libre. Y Domínguez libre puede ayudar a que el Dépor consiga los tres puntos.
Yo no tengo ninguna duda, Juan Domínguez es el hombre.
¿Y tú?
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